skip to Main Content
Punto de encuentro entre las Empresas, el Medio Ambiente y la Sustentabilidad

Disertación de Otto Solbrig

Agro-biotecnología: “Una potencial industria de exportación para la Argentina”

Durante su exposición en la apertura del 2° Seminario de Biotecnología “Desafíos y oportunidades de la Agro-Biotecnología”, el director del Centro de Estudios Latinoamericanos “David Rockefeller” de la Universidad de Harvard (DRCLAS), el Profesor de Biología Otto T. Solbrig, reflexionó se refirió a la importancia de la biotecnología para el desarrollo de la Argentina.

“El desarrollo de la agro-biotecnología ha sido tomado como símbolo de los males que hoy afligen a la humanidad”, sostuvo Solbrig.

“Aunque la agro-biotecnología no es el único blanco de la ira de los activistas, las manifestaciones de éstos tienen un gran eco en el público”, señaló Solbrig, y añadió que “también los medios han contribuido a crear una imagen negativa” sustentada en una “visión distorsionada de esta tecnología”.

Señaló que hasta ahora los avances de la agro-biotecnología han sido principalmente en beneficio del productor agrícola, por lo que el consumidor aún desconoce la utilidad de estos productos. “Y a esto se le suma la constante propaganda en contra de ellos, que hace que el consumidor se oponga a ella”.

Solbrig señaló que en Europa, los productores subsidiados temen las tecnologías, cuya implementación, implique la caída de precios o la reducción de subsidios; luego está el recelo del consumidor respecto de la seguridad sanitaria de los alimentos; la preocupación por el medio ambiente, con el creciente aumento de áreas cultivadas y la consecuente reducción de superficie boscosa; los productores orgánicos, que temen que la competencia ya que la biotecnología promete reducir los insumos químicos.

“Pero el hecho de que esta tecnología fue desarrollada por compañías norteamericanas es también motivo de preocupación y rechazo en Europa”, destacó.

Pero ponderó los argumentos a favor de la biotecnología:

  • Aumento de los rendimientos.
  • Reducción de los costos de producción.
  • Mejor calidad de los alimentos.
  • Reducción en el uso de insumos químicos.

“Una de las promesas es el mejoramiento de los cultivos, creando características agrícolas favorables, como la resistencia a plagas y a enfermedades: las pérdidas anuales por plagas y enfermedades oscilan en un 20 y un 40% de la producción potencial; para su control se utilizan dos mil millones de toneladas de pesticidas por año, con el consecuente deterioro ambiental”.

Por otra parte, explicó cómo la biotecnología mejora la calidad de los alimentos ya que uno de sus objetivos es “producir variedades de mejor calidad nutritiva: cereales con mayor contenido de vitaminas, harinas con mayor composición de amino ácidos, aceites con mayor contenido de ácidos grasos no saturados, cereales, frutas y verduras con mayor contenido de vitaminas, etc.”

“La promesa de aumentar los rendimientos, bajar los costos, proteger el medio ambiente y aumentar la calidad de los productos es un beneficio enorme para el mundo en desarrollo, beneficio que es marginal para agricultores subsidiados y poblaciones bien alimentadas”, manifestó Solbrig.

“Para América latina y especialmente para la Argentina el dilema no es si adoptar o no esta tecnología -porque la estructura de costos y los bajos márgenes obligan al productor a hacerlo- sino crear nuestra propia industria agro-biotecnológica o depender del exterior para ello. Y la Argentina tiene talento y capacidad para ser un líder no sólo en cultivar variedades transgénicas de nuestros cultivos, sino también en desarrollarlas para el consumo interno y como industria de exportación a otros países en desarrollo.

Fuente: AAPRESID

This Post Has 0 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back To Top