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Humedales “La próxima frontera”

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El agua es un recurso natural renovable y «finito» y, mientras nuestros humedales representan la tercera reserva mundial más grande de agua dulce, el Banco Mundial, el FMI y otros organismos internacionales con lógica privatizadora miran con gran interés su relevancia estratégica clave.

Una de las primeras preocupaciones que tiene todo país es proteger sus fronteras, como el mejor recurso para cuidar su territorio y básicamente su soberanía, al igual que los recursos naturales. Y si bien se han alzado voces de alerta y denuncias sobre los peligros que tienen como consecuencia las faraónicas obras de empresas multinacionales de explotación agrícola forestal en territorio insular, lo cierto es que los organismos del Estado hasta ahora han perdido la batalla por imponer un marco de regulación y resguardo.

A inicios de su mandato, el presidente Mauricio Macri había prometido una ley nacional de humedales, esto nunca se concretó. En 2016, la Cámara de Senadores se negó a votar el proyecto, el principal artífice de la negativa fue el productor y senador entrerriano Alfredo De Angeli.

Sin embargo, la Corte Suprema acaba de emitir un fallo histórico en defensa de este recurso vital para la existencia de cualquier tipo de vida, ordenó frenar la construcción de un barrio privado en Entre Ríos y proteger los reservorios de agua dulce. Cabe destacar que sólo en la cuenca baja del río Luján, zona de reiteradas inundaciones, existen al menos 66 barrios privados que ocupan 9000 hectáreas de humedales. El máximo tribunal abordó, en 22 páginas, la función vital en materia de control de crecidas e inundaciones, protección de tormentas, recargas de acuíferos y retención de sedimentos y agentes contaminantes que ejercen los humedales.

Mientras se prevé que para el 2025 la demanda de agua potable será un 56% mayor que el suministro de la misma, seis mil personas, en su mayoría niños menores de cinco años, mueren cada día en el mundo debido a enfermedades causadas por el agua contaminada y el saneamiento deficiente, según un informe de las Naciones Unidas.

La biodiversidad que albergan estos reservorios de agua dulce también genera medios de vida para mucha gente, permitiendo el aprovechamiento de la humedad para la agricultura, la pesca, el pastoreo, la actividad forestal y el turismo. Gran cantidad de lagunas, esteros, y pantanos se esparcen y ayudan a todos los países de la región a mitigar los efectos de la desertificación, y sobre todo a conservar la biodiversidad.

Hace unos años elaboramos el Plan de Gestión Integrada para el Desarrollo Productivo Sostenible del Delta Entrerriano, con una fuerte actividad territorial. Esta labor, producto del trabajo colectivo, es una herramienta para la defensa y protección del Delta del Paraná representado por humedales, que ocupa 17.500 km2 de superficie. Su mayor parte, el 80% se encuentra localizado en el territorio entrerriano, el 15% en la Provincia de buenos Aires y el 5% restante en la provincia de Santa Fe. Junto a la sociedad civil también participaron diferentes organismos públicos como el Senasa, la Secretaría de Ambiente de la provincia, el Ministerio de Turismo de Entre Ríos, la Secretaría de Ambiente de Santa Fe, la Dirección de Ganadería, la Dirección de Fiscalización Agroalimentaria, la Dirección Provincial de Vialidad, el Ministerio de Salud, el INTA Paraná, el INTI, el Ministerio de Planeamiento, la Dirección de Recursos Naturales, el Senado provincial, la Dirección de Hidráulica, la Dirección de Minería, el Servicio Administrativo Contable de la Gobernación y Coordinación de Pescadores, entre otros. En dicho trabajo resaltamos el uso irracional del este recurso junto con su desperdicio y la contaminación a la que se somete constantemente, provocando la disminución de la disponibilidad de agua utilizable, afectando a los ecosistemas vinculados, alterando la flora y la fauna que cobija y perjudicando a las futuras generaciones argentinas.

Los humedales son vitales para la supervivencia humana, son uno de los entornos más productivos del mundo y cunas de diversidad biológica. Estos factores los eleva a la categoría de “riñones del planeta”. El factor prevención es fundamental para tener una buena salud renal en la dimensión ambiental. Mientras este proceso madure, resultaría muy justificado cuidar los recursos naturales y mejorar las condiciones necesarias para las próximas generaciones que la necesitarán. A finales del siglo, los humedales serán la próxima frontera entre la vida y la muerte.

Autor: Fabián Ruocco
Foto: CEDOC
Fuente: modernizacionestatal.blogspot.com

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