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Punto de encuentro entre las Empresas, el Medio Ambiente y la Sustentabilidad

La directa relación que existe entre la biomedicina y la agricultura propicia un futuro marcado por Las matrices biotecnológicas

“Cada vez es más corto el plazo entre un descubrimiento tecnológico y su aparición en el mercado”, sostuvo Daniel Pagliano

En el marco del 2° Seminario de Biotecnología –“Desafíos y oportunidades de la agro-biotecnología”-, organizado de forma conjunta por el Centro de Estudios Latinoamericanos “David Rockefeller” de la Universidad de Harvard (DRCLAS) y por AAPRESID, se desarrolló el panel denominado “El futuro desarrollo de la Biotecnología”.

En el mismo, el líder del proyecto de Biotecnología del Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INIA) de Uruguay, Daniel Pagliano, trazó las líneas de la nueva bioeconomía, que vendrá de la mano de nuevos proyectos ligados al mundo del agro y de la biotecnología.

Los nuevos desafíos bioeconómicos cuentan con una nueva concepción cultural: “ya no podemos hablar de cadenas productivas: ahora tenemos que referirnos a las matrices, a la interacción de disciplinas, porque los avances en biomedicina repercuten e influyen directamente en la agricultura. Hay que mirar a todos lados porque tenemos que entender que el mundo es tridimensional”, manifestó Pagliano.

“Estamos ante una verdadera industria de las ciencias de la vida: el conocimiento se está cristalizando bajo el nuevo paradigma génico”, destacó Pagliano, tras agregar que “cada vez hay más escalones en biotecnología que, a su vez, son más cortos: los plazos entre los descubrimientos tecnológicos y su aparición en el mercado van disminuyendo”.

El actual escenario bioeconómico está conformado por “los avances que se dan en otras áreas, y que repercuten en el campo agropecuario, porque se comparte la plataforma tecnológica”.

“En el presente son varias las empresas que proveen soluciones en el área genómica y bioinformática, brindando asesoramiento e información calificada. Pero lo interesante es que el desarrollo en esta área sirve de apoyo para las investigaciones con el genoma humano, porque somos mamíferos, como las vacas, y compartimos la misma plataforma genética”, señaló el especialista.

“Existen productos relacionados con las plantas, y son varias las empresas que ya ofrecen, por ejemplo, tecnologías para producir e introducir proteína de alfalfa que tengan propiedades terapéuticas, así como también el desarrollo de anticuerpos en las plantas”, añadió.

Avanzando en las nuevas alternativas tecnológicas que se originan en el sector agrícola, Pagliano calificó de vital “el tema de los biocombustibles: el agro debe posicionarse en nuevos conceptos como éste, porque hay que dejar de ser meros proveedores de alimentos y abrirse paso en un sector crítico y crucial como es el energético”.

Por último, aclaró que los proyectos que surjan bajo el signo de estas matrices, deberán ajustar las variables “factibilidad, pertinencia y grado de atractivo. El juego de estas variables determinará si los proyectos bioeconómicos son de largo plazo o de corto plazo”.

AGOSTO DE 2001

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