El viento una alternativa que crece
por Gustavo Fernández
En Argentina, la energía eólica dejó de gatear y comenzó a dar los primeros pasos. “Las enormes posibilidades del país para hacer uso de la energía del viento, junto con la disponibilidad de una tecnología de aerogeneradores competitiva y eficiente en el mercado local, hacen que sólo sean necesarias decisiones políticas para desplegar el enorme potencial eólico existente”, aseguró Juan Carlos Villalonga, coordinador de la Campaña de Energía de Greenpeace Cono Sur.
Frente a las demás fuentes de energía, la generada a partir de la fuerza del viento está avalada por ventajas comparativas incontrastables. En el plano internacional, la generación eólica crece, desde 1990, a una tasa del 20 % anual. Los costos de generación han caído un 75 % durante los últimos 10 años. En el ámbito local, la Patagonia ha sido catalogada como una de las regiones de mayor potencial eólico del planeta, dada la dirección, constancia y velocidad del viento.
“Usualmente, la velocidad del viento se mide en metros por segundo (m/s). Cuando el promedio de los vientos es superior a 4 m/s (unos 14 Km/h) es factible proyectar un uso rentable del recurso eólico. En Europa, los aerogeneradores se encuentran en sitios con promedios que apenas superan los 7 m/s. En la Patagonia son muy comunes los sitios con promedios de vientos que rondan los 9 m/s. Considerando que en un kilómetro cuadrado se pueden instalar unas 16 turbinas medianas de 450-500 kW, con un promedio de vientos de 7 m/s se producirán 23 Giga Wats año”, afirmó Villalonga.
NUEVOS MODELOS
Los mayores generadores emplazados en Argentina son de 400 kW. Sin embargo, las nuevas instalaciones en países desarrollados tienden contar con una media de entre 500 y 700 kW. Los flamantes modelos de 1-1,5 MW lograron crear grandes expectativas dada la significativa reducción en los costos y por su mayor eficiencia. Con una potencia de entre 1 y 2 MW se pueden establecer sistemas híbridos (térmico-eólico) capaz abastecer poblaciones aisladas eléctricamente y para distribución local. Con las denominadas granjas eólicas, basadas en generadores con decenas o centenas de MW de potencia, se pueden realizar conexiones con las redes eléctricas de escala regional o nacional.
Los primeros pasos hacia el uso de energías basadas en fuentes no convencionales datan de 1985, cuando se crearon los centros de investigación y desarrollo públicos tales como el Centro Regional de Energía Solar, en Salta; el Centro Regional de Energía Geotérmica, en Neuquén, y el Centro Regional de Energía Eólica -CREE- en Chubut. Precisamente éste último, contó con el soporte del Ministerio Federal Alemán de Investigaciones y Tecnología, y la Dirección General de Servicios Públicos de la Provincia de Chubut, lo que le permitió construir el primer parque eólico en la localidad de Pico Truncado. Estaba conformado por 4 turbinas Aeroman, de 30 kW cada una.
CRECIMIENTO COOPERATIVO
A fines de 1993, la Cooperativa de Servicios Eléctricos y de Teléfonos de Cutral Có, Neuquén, acordó la compra de generadores dinamarqueses Micon para dar inicio a un parque eólico que se proyectaba de unos 10 MW. Este proyecto, recién concretado a fines de 1994 con una potencia inicial de 400 kW, fue el puntapié para que la empresa danesa considerase la oportunidad comercial de fabricar equipos en el país, lo cual posibilitaría abaratar costos y posicionarse en un punto estratégico del naciente mercado eólico latinoamericano.
Sin embargo, el negocio eólico recién comenzó a andar viento en popa cuando a comienzos de 1994, la Sociedad Cooperativa Popular Limitada de Comodoro Rivadavia puso en marcha dos generadores Micon de 250 kW cada uno, sobre el Cerro Arenales, a 400 metros por sobre el nivel del mar en un sitio de vientos extraordinarios. Su producción anual alcanza los 1.900.000 kW, representando el 1 % de la distribución de la Cooperativa. Esta instalación eólica se constituyó como la primera de gran potencia en Sudamérica.
“Este proyecto tuvo tres connotaciones positivas. Por un lado, no intervino ningún tipo de subsidio oficial, demostrándose la viabilidad económica de los generadores eólicos. Segundo, permitió someter a los equipos pruebas operativas extremas (batiendo récords internacionales de producción en su primer año de generación). Por último, esta experiencia comercial manifestó una tendencia en el desarrollo eólico local en el cual las Cooperativas Eléctricas tienen un fundamental”, resaltó el experto de Greenpeace.
Entre tanto, el Ministerio Federal de Investigación y Tecnología de Alemania, a través de su programa “El dorado” acordó con el municipio de Pico Truncado, Santa Cruz, la instalación de 10 generadores Ventis de 100 kilovatios. La primera etapa de la construcción se realizó en el ´95. Se alcanzó una potencia de 1 MW para comienzos del ´96.
Otras inversiones eólicas destacadas tuvieron lugar en Tandil (800 kW) y en Punta Alta (400 kW), ambas en la provincia de Buenos Aires. En 1995, la Cooperativa Coagua de Rada Tilly, Chubut, adquirió un aerogenerador Micon de 400 kW, para venderle energía a esa localidad a través de la Cooperativa de Comodoro Rivadavia.
ENERGIA EOLICA DE MERCADO
Un informe del Worldwatch Institute de 1995 concluyó que “a comienzos de la década del ´80, las máquinas eólicas típicas costaban 3.000 dólares por kilovatio y producían electricidad por más de 20 centavos de dólar cada kilovatio/hora. A finales de la década del ´80, las máquinas eran más grandes y eficientes, con lo cual su costo bajó a 1.000-1.200 dólares por kilovatios. A una velocidad media del viento de 6 m/seg. y un gasto de mantenimiento de 1 centavo por kW/h, el coste de producción eólica cayó a 7-9 centavos por kW/h”.
Estos precios resultaban sumamente competitivos para la Argentina de comienzos de la década del ´90, en donde la energía costaba 6 dólares el kW en promedio. Pero con la desregulación y privatización del sector, los precios bajaron en forma significativa. “Esto descolocó los precios de la energía eólica, especialmente frente a los costos de los generadores basados en gas natural, cuyos costos oscilaban entre 2 y 3 centavos”, se lamentó Villalonga.
Aún así, el futuro es promisorio. Se puede estimar que el costo del kilovatio instalado no supera los $ 1.000, precio que está en franco declive, dependiendo en gran medida de la instalación de proveedores, inversores y proyectistas eólicos en el país. Los récords de productividad en la Patagonia permiten pronosticar la inminente radicación de granjas eólicas cooperativas o privadas de gran porte con capacidad de abastecer a la red eléctrica nacional con una excelente rentabilidad. Se estima que el precio de generación para Comodoro Rivadavia es de $ 3,5 por kW/h y de 4,9 en Tandil.
DE INTERÉS NACIONAL
Recientemente, el Diputado Nacional por Chubut José Manuel Corchuelo Blasco, presentó un proyecto de Ley en el que declara de “interés nacional a la generación eólica para la región patagónica”, planteando la eximición impositiva a las actividades vinculadas a esta alternativa energética. Al respecto, para la gente de Greenpeace, una de las medidas cruciales sería crear un régimen de financiamiento en cuotas para el pago del IVA para la compra de equipos eólicos.
Cuando la Coagua de Rada Tilly compró un molino danés, recibió un financiamiento sobre el costo total que era de $ 420.000, a pagar en 10 cuotas semestrales, con 6 meses de gracia. Mientras el IVA por importación, le implicaba un pago de $ 80.000, que debían ser cancelados al contado al momento del ingreso del equipo ene el país. Para Villalonga, “los que puede hacerse es financiar el pago del IVA acorde se van abonando las cuotas del crédito danés. De ese modo se paga el IVA, pero de una manera justa y razonable”.
RECUPERACION DE LOS COSTOS DE UNA PLANTA EOLICA
Según un informe sobre los costos de instalación y funcionamiento de una planta eólica, realizado por el Ingeniero Fernando Braconi, de la Asociación Argentina para el Uso Racional de la Energía Eólica, se puede realizar “un estudio de factibilidad para determinar en qué tiempo el dinero recibido por la venta de la energía excede los costos totales de la inversión y de la operación de la planta”. Uno de los métodos se cálculo se conoce con el nombre de “flujo de fondos” y su expresión simplificada es:
CI
RC = —————————————————————
(EGa x $/kWh) – (CI x TFi)- (O + M)a
En donde:
RC Retorno del capital en años
CI Costo de la inversión en pesos
EGa Energía generada por año (kWh/año)
$/kWh Precio de venta de la energía
TFi Factor de tasa fija
(O + M)a Gasto anual de operación y mantenimiento en $/año
En un estudio realizado en Dinamarca por la Danish Windturbe Manufacturers Association, se demuestra que un generador eólico conectado a una Red entregará la misma energía, en 3 o 4 meses de funcionamiento, que la que consumió en su manufactura. El estudio también demuestra que para el final de su vida útil, existe una ganancia neta
de su desarmado y reciclado de materiales.
Las siguientes cifras analizan el balance energético del ciclo de vida útil para una turbina de 600 kW. Están expresadas en TeraJoules de energía primaria. (Un factor de 43,5 % se utiliza para convertir cantidades de electricidad representada en cantidad de energía primaria).
Construcción……………………………..1,9 Tj
Instalación…………………………………0,5 Tj
Operación y Mantenimiento………..0,8 Tj
Desmantelamiento………………………0,5 Tj Reciclado (ahorro)………………………-0,7 Tj Total de gastos…………………………..3,0 Tj
Producción anual………………………..11,5-9,3 Tj Balance para vida útil de 10 años…. 112-90 Tj Devolución de inversión en:………… 3,1-3,8 meses.
FUENTES: Energía eólica en Argentina, noviembre de 1996; Una nueva matriz energética, noviembre de 1996 y Vientos de Cambio, junio de 1996. Todos documentos de Greenpeace Cono Sur.
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