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Punto de encuentro entre las Empresas, el Medio Ambiente y la Sustentabilidad

Estudios Ambientales: Su eficiencia como herramienta de gestión ambiental

por Gabriel Grimaldi, Mariana Quaglia, Héctor Caballero y Leopoldo Benegas (*)

Las razones para llevar la cuestión ambiental a un primer plano de importancia dentro de una compañía petrolera son de naturaleza cultural y económica: cultural porque una tendencia de cambio de actitud hacia el ambiente está produciéndose en todos los aspectos de la actividad humana; económica porque la sujeción a las normas ambientales tanto internas (propias) como externas (ley) es necesaria para la obtención de créditos, certificaciones de calidad, acceso a mercados, encuadre legal o mejora de imagen.

La complementación de los dos aspectos redunda en la toma de decisiones que integran cada vez más las cuestiones ambientales con los aspectos puramente operativos. Similar destino le tocó a los aspectos de seguridad que actualmente están involucrados con la cuestión operativa, a tal punto que se hace difusa la línea divisoria entre lo “técnicamente correcto” y lo “seguro”. Entendemos que a lo mismo debe tender la incorporación del cuidado ambiental al aspecto operativo de cualquier actividad, a tal punto que se transforme en una especificación técnica más de cualquier producto, obra o servicio.

El Estudio Ambiental (EA): ¿Por qué?

Un estudio ambiental es ante todo un relevamiento de datos con dos principales objetos de análisis: entorno y proyectos. Tiene por fin elaborar un inventario de los distintos elementos del ambiente biofísico y socioeconómico permitiendo identificar cada elemento que interviene o es afectado en la interacción proyecto-entorno.

La valoración de los diferentes efectos seguirá criterios muy disimiles, de acuerdo a la ubicación geográfica, tipo de proyecto, política de la empresa, normativa aplicable, estándar de calidad propio de la compañía. Sobre esta información se deberá definir qué efectos deben ser minimizados, y cuáles maximizados, categorizándolos por importancia.

Un Estudio Ambiental (EA) constituye así la base sobre la cual construir un sistema de gestión ambiental. El concepto de “herramienta” pretende hacer alusión a su utilidad, a su carácter de “instrumento” y no de fin u objeto en sí mismo. El EA debe “funcionar”, y ser dinámico, por lo que debe actualizarse periódicamente, a fin de estar siempre adaptado a la realidad. Es una forma de optimizar recursos, dado que permite planificar y aporta elementos para la toma de decisiones.

Fases. Interacción

La normativa vigente (Resolución SE 252/93) se establece la estructura que los EAs deben tener. La división de fases organiza los contenidos y crea una secuencia común de razonamiento que facilita la comprensión y la obtención de conclusiones.

Cada fase está basada en la anterior y/o establece fundamentos para la siguiente. Dada esta interrelación cualquier falla en una se trasmitirá a las otras y afectará a todo el estudio con efecto multiplicador. A continuación se describen las cuatro fases en lo que hace a su interacción:

Fase 1

Objetivo: estudio de las condiciones de base del área y del proyecto

Contenidos:

– descripción del ambiente biofísico y socio-económico del área

– descripción del proyecto (instalaciones existentes y/o proyectadas, pozos, ductos, sísmica)

– integración de todos los aspectos para determinar las zonas sensibles del área

Fase 2

Objetivo: identificación y caracterización de impactos

Contenidos:

– identificación de efectos causados por la actividad petrolera. Identificación de fuente y receptor

– asignación de impactos

– caracterización y priorización de impactos

Fase 3

Objetivo: elaboración de un plan de mitigación de los impactos descriptos anteriormente

Contenidos:

– descripción de las medidas propuestas para minimizar impactos

– efectividad esperada

– cronograma para la implementación

– recursos humanos y económicos involucrados

– alternativas

Fase 4

Objetivo: dar formas de controlar la efectividad del plan de mitigación

Contenidos: Plan de monitoreo

– elección de lugares a ser visitados y/o muestreados. Razones para la elección

– muestreo: qué muestrear, cómo, dónde y con qué periodicidad

– tipos de análisis a realizar y pautas de manejo de datos

– pautas de control de variables físicas, biológicas y socioeconómicas

Monitoreo de Obras y Tareas

Estos estudios constituyen la principal fuente de retroalimentación de la secuencia establecida por las cuatro fases descriptas. La clara descripción de cómo monitorear define la utilidad de esta fase a la hora de evaluar la eficacia de las medidas de mitigación adoptadas, y constituirá sólo una auditoría.

Las conclusiones a que se arribe permitirán comparar con el estado original (descripto en la fase 1) y, de acuerdo a las variaciones explicitadas, actualizar las fases subsiguientes. La fase 2 será ajustada en lo referente a la identificación de nuevos impactos o a la recategorización de los ya definidos. La fase 3 se modificará en lo referente a medidas de mitigación insuficientes o excesivas. La fase 4 se adecuará para, en base a la experiencia recogida, hacer más eficientes, técnica y económicamente, los métodos de muestreo, control y registro de datos.

Estos informes constituyen también una vía para actualizar todas las fases del EA, cuando se produzcan cambios en las instalaciones o se amplíe el área de trabajo de manera tal que se puedan definir nuevos efectos sobre el medio. También puede darse el caso de que el entorno se vea modificado por un proyecto u obra externo a la actividad petrolera (Ej.: construcción de una represa, camino), con lo que, quizá, los impactos, medidas y plan de monitoreo deban ser revaluados.

Evaluación de los estudios. Problemas enfrentados

En función a las exigencias temporales de la presentación se produjo una confluencia de un gran número de estudios, conformando un volumen de información difícilmente manejable. Para eso se creó una base de datos electrónica que permite una rápida ubicación física de los informes (a la fecha más de 650) y su clasificación por operador, área, provincia, tipo de estudio, fecha de presentación, y consultora.

Los estudios presentan una gran heterogeneidad entre las metodologías utilizadas, así como se observan cambios en la forma de trabajar de una misma consultora, con el correr del tiempo. Sumado a esto, se da el hecho de que los informes abarcan áreas de estudio sumamente disímiles, dada la dispersión geográfica de los yacimientos en nuestro país. Ante esta situación se hizo necesario crear un método de revisión sistemática que permita objetivar y dar coherencia a los criterios de evaluación. La metodología escogida consistió en el uso de matrices, las que sufrieron y sufrirán modificaciones debido al aprendizaje continuo que de este procedimiento resulta.

Los estudios presentados son básicamente de tres tipos: de áreas, previos a pozos exploratorios y monitoreos de obras y tareas generándose dos tipos de matrices, una para estudios ambientales en general y otra para los monitoreos.

Matriz de evaluación de Estudios Ambientales

En función a la Resolución SE 252/93 se diseñó una planilla de evaluación de su grado de desarrollo y calidad, estructurándose un sistema de calificación por fase, de manera de ajustar el criterio evaluador a lo establecido en la norma y poder también definir qué fase tiene deficiencias y cuáles son.

Para lograr el “peso” relativo de cada uno de los aspectos evaluados se asignaron factores de ponderación que se combinan con un puntaje de 1 a 5, correspondiendo el valor 0 (cero) a la ausencia de dicho aspecto.

Matriz de evaluación de Monitoreos de Obras y Tareas

Con un sistema al de EA se utilizó una matriz simplificada, con una única columna de calificación. Por la inexistencia de una lista normada de términos de referencia, los ítems surgen de lo que, a criterio de los autores de este trabajo, debe constituir un informe de Monitoreo de Obras y Tareas. Cada estudio es evaluado obteniéndose una calificación ponderada para cada ítem surgiendo de la totalización de todos ellos la calificación del trabajo.

Qué se evalúa

Matriz de Evaluación de Estudios Ambientales:

1) Geología

Geología del subsuelo y superficie. Descripción de formaciones aflorantes en la zona de estudio, y/o que tengan relación con las instalaciones u obras existentes o proyectadas (construcción de piletas, locaciones, montaje de tanques, tendido de cañerías). Mapas

2) Geomorfología

Fase 1: descripción y génesis de riesgos geomorfológicos principales. Mapas.

Fase 2: determinación de efectos causados y/o a producirse por el proyecto sobre la geomorfología. Identificación de procesos geomorfológicos que puedan afectar las instalaciones. Valoración de impactos.

Fase 3: medidas de mitigación asociadas a estos impactos

Fase 4: plan de monitoreo de las medidas recomendadas.

3) Topografía

Relevamiento topográfico, ya sea expeditivo o detallado, de la zona en estudio. Mapas. en el caso de pozos exploratorios, debido a la poca disponibilidad de cartografía adecuada, puede presentarse un plano con curvas de nivel esquemáticas.

4)Hidrología/hidrogeología

Fase 1: Caracterización de recursos hídricos superficiales y subterráneos, con definición sobre régimen de cursos, caudales, profundidad de acuíferos, permeabilidad de rocas aflorantes y subyacentes con interés hidrogeológico. Caracterización química (no sólo los análisis químicos actualizados, sino su interpretación y conclusiones). Mapas

Fase 2: Determinación de efectos causados y/o a producirse por el proyecto sobre los recursos hídricos subterráneos y superficiales, especialmente las cuestiones relacionadas con disposición del agua de producción (justificación de la metodología utilizada), piletas de todo tipo, disposición de residuos (basurales), almacenamiento de productos y aprovisionamiento de agua tanto para consumo humano como para uso en procesos o recuperación secundaria. Valoración de impactos.

Fase 3: Medidas de mitigación asociadas a estos impactos

Fase 4: Plan de monitoreo de las medidas recomendadas, con pautas concretas sobre muestreo y análisis a realizar en el MOyT.

5) Suelos

Fase 1: Descripción de suelos real o potencialmente afectados por el proyecto, tanto desde el punto de vista genético como mecánico. Análisis químicos actualizados. Mapas.

Fase 2: Determinación de efectos causados y/o a producirse por el proyecto sobre el recurso suelo, con especial atención a cuestiones relacionadas con derrames, suelos empetrolados, salinización por disposición de agua de producción y ocurrencia de anomalías radioactivas. Valoración de impactos.

Fase 3: Medidas de mitigación asociadas a estos impactos.

Fase 4: Plan de monitoreo de las medidas recomendadas, con pautas concretas sobre muestreo y análisis a realizar en el MOyT.

6) Climatología

Caracterización climatológica, con datos meteorológicos de estaciones próximas y correlación de la información con los tiempos de ejecución del proyecto u operación de las instalaciones existentes. Influencia de las variaciones estacionales sobre las actividades. Mapas.

7) Sismicidad

Fase 1: Caracterización de la zona de estudio y estimación de riesgos de acuerdo a datos de INPRES u otra fuente. Mapas.

Fase 2: Determinación de posibles efectos causados por acción de un sismo sobre las instalaciones. valoración de impactos.

Fase 3: De acuerdo al riesgo indicado en la fase 1, se propondrán modificaciones a las instalaciones. También se sugerirán medidas que permitan prever las acciones a tomar en caso de una contingencia de este tipo. Esto se relaciona directamente con el Plan de Contingencia, cuyo análisis escapa al alcance de este trabajo.

Fase 4: Control de cumplimiento de las medidas recomendadas.
8) Flora y 9) Fauna

Fase 1: Descripción de las especies de la zona, indicando las que revisten el carácter de raras, en peligro de extinción, protegidas, plaga u otra clasificación de esta índole. Distribución areal. Hábitos migratorios y su correlación con las modalidades operativas. Mapas.

Fase 2: Determinación de posibles efectos causados por las acciones del proyecto sobre las especies citadas. Valoración de impactos.

Fase 3: Medidas de mitigación asociadas a estos impactos, con indicación de qué especies proteger, por qué y como. Asimismo debe informarse sobre las precauciones que debe tomar el personal frente animales y/o plantas peligrosos para la salud humana.

Fase 4: Plan de monitoreo de las medidas recomendadas, con pautas concretas sobre metodología de observación y variables a controlar.

10) Aire/ruido

Fase 1: Caracterización de la calidad del aire atmosférico (gases, humos, partículas en suspensión) en el entorno de las instalaciones (baterías, pozos, plantas de tratamiento, caminos). Determinación de fuentes emisoras. Caudales y composición de gas aventado. Mediciones de concentración de gases tóxicos como CO, SO2, SH2. Mediciones de nivel de ruido, sobre todo en áreas de trabajo, zonas de alto tránsito o asentamientos humanos permanentes. Definición de áreas críticas y/o sensibles.

Fase 2: Determinación de los posibles efectos causados por las fuentes emisoras definidas. Valoración de impactos.

Fase 3: Propuesta de medidas de mitigación de los impactos, o de medidas de seguridad para el caso de posible exposición a niveles peligrosos de concentración de gases, humos y polvos o ruidos. Una vez más, estas medidas estarán directamente relacionadas con los procedimientos del Plan de Contingencias.

Fase 4: Plan de monitoreo de la eficacia de las medidas propuestas, ya sea a través de nuevas mediciones de contaminantes, como a través de un seguimiento del grado de cumplimiento de las medidas de seguridad.

11) Areas sensibles

A través de técnicas como superposición cartográfica u otro método de síntesis de la información referente a los distintos aspectos, puede obtenerse un mapa de sensibilidad que involucre a la totalidad de los recursos, o a los de mayor relevancia, según se desprenda del estudio. Este tipo de mapa tiene la función de servir al personal de campo y/o ingeniería, a la hora de definir sitios de emplazamiento de instalaciones, trazas de ductos y caminos, métodos de disposición de agua de producción, modalidades de transporte, fuentes de aprovisionamiento de agua y canteras de áridos. Este punto se evalúa en la Fase 1 solamente, dado que, a criterio de los autores, su inclusión en las siguientes fases significaría la superposición de información, dado que a evaluación de impactos, medidas de mitigación y monitoreo, involucra separadamente a los recursos, independientemente de que una misma medida mitigue impactos sobre varios.

12) Aspectos socioeconómicos

Fase 1: Caracterización poblacional del área directamente afectada por el proyecto (ciudades, pueblos, caseríos, puestos), tanto desde el punto de vista del lugar de emplazamiento, como en lo referente a la logística, movimiento de personal, disposición de residuos y provisión de servicios. Relevamiento de las condiciones de desarrollo (escuelas, hospitales, plantas industriales, medio y vías de comunicación, empleo, tráfico y movimiento de carga). Relaciones con la comunidad. División catastral. Mapas.

Fase 2: Determinación de efectos, producto de las acciones del proyecto. Valoración de impactos.

Fase 3: Definición de las medidas de mitigación de los impactos negativos y de maximización de los positivos.

Fase 4: Elección de variables e indicadores y plan para su seguimiento.

13) Muestreo

La calidad del muestreo es evaluada sólo en las Fases 1 y 4, y está relacionada con: número de muestras simultáneas por punto, frecuencia, manejo de muestras y su análisis. Una condición crucial que hace a la validez del muestreo es definir de antemano, qué parámetro se pretende controlar, para diseñar un muestreo adecuado y representativo. Es interesante recordar que los resultados obtenidos se convertirán en dato siempre que sean la base de conclusiones. Por lo tanto es imprescindible referirse a límites para cada uno de los parámetros evaluados. Estos límites pueden ser tomados de la fuente que se considere más conveniente, ya sea de la legislación, estándares internos u otro organismo.

14) Comunidades Indígenas

La razón por la cual se separó este ítem del resto de los aspectos socioeconómicos, radica en su gran sensibilidad frente a cambios de cualquier índole. Dado que la actividad petrolera se desarrolla en muchos casos lejos de centros poblados importantes, toman relevancia los efectos que puedan ocasionarse a este tipo de organizaciones socioeconómicas.

Fase 1: Existencia o no de comunidades indígenas en la zona de influencia del proyecto. de haberlas, es importante relevar datos de: cantidad de habitantes, composición de la población, etnias, medios de subsistencia, organización social y costumbres.

Fase 2: Evaluar los efectos que las acciones del proyecto producen o podrían producir sobre las características relevada en la Fase 1. Valoración de impactos.

Fase 3: Propuesta de medidas de mitigación de impactos negativos y maximización de impactos positivos.

Fase 4: Elección de variables e indicadores a controlar y pautas para su seguimiento.

Se considera que, de determinarse en la Fase 1 la inexistencia de comunidades indígenas, no corresponde el tratamiento de este aspecto en las siguientes fases.

15) Paisaje

Este ítem podría ser considerado dentro de los aspectos socioeconómicos. No obstante, se lo evalúa por separado porque constituye un recurso que es o puede ser explotado turísticamente.

Fase 1: Consideraciones sobre el grado de alteración del paisaje, a través de algún indicador como superficie proporcional afectada o a afectar.

Fase 2: Evaluación del impacto visual (estético), económico, político, causado por el proyecto.

Fase 3: Propuesta de medidas de mitigación de esos impactos.

Fase 4: Determinación de algún indicador mediante el cual es posible controlar la eficacia de las medidas tomadas.

16) Parques Nacionales y

Provinciales – Monumentos

Fase 1: Existencia o no de parques o monumentos en la zona de influencia del proyecto. Se considera aparte este aspecto, dada la legislación específica aplicable, y una exigencia mayor en términos de conservación. Asimismo, son objeto de investigación científica o explotación turística. Es importante relevar: superficie, recursos protegidos, normativa aplicable, importancia, posible interacción con el proyecto. De no existir, no corresponde su consideración en las fases siguientes.

Fase 2: Si bien los efectos que producirá el proyecto sobre el medio serán similares tanto dentro como fuera del parque, se consideran aparte dados los estándares más estrictos y la menor tolerancia a los cambios.

Fase 3: Medidas de mitigación y forma de implementación consensuadas con la autoridad del parque.

Fase 4: Plan de monitoreo en coordinación con la autoridad del parque.

17) Ingeniería y 18) Producción

Fase 1: Descripción de las instalaciones (pozos, baterías, plantas de tratamiento, plantas de inyección, ductos, piletas, campamentos, caminos) Mapas. Descripción y movimientos de los fluidos producidos, con indicación de: caudales, características fisicoquímicas, métodos de transporte y destino. Caracterización química del agua de producción, descripción de los métodos de disposición y su justificación técnica. Descripción de los sistemas de aventamiento de gas y su justificación técnica. detalle y composición química de los productos utilizados. Formas de manipulación y almacenaje. Manejo de efluentes. Localización de basurales y/o zonas de acumulación de rezagos. Información sobre destino de otros residuos.

Fase 2: Evaluación de efectos e impactos.

Fase 3: Medidas de mitigación de los impactos identificados.

Fase 4: Plan de monitoreo de la eficacia de las medidas.

19) Legislación

Este ítem se evalúa sólo en la Fase 1, y se refiere a la normativa ambiental nacional, provincial y municipal en la que la empresa se encuadra, tanto a partir de la realización del estudio como en lo referente a cuestiones operativas.

20) Metodología

Considera la claridad expositiva, accesibilidad (facilidad de ubicación y comprensión de la información por parte de los lectores), desarrollo de la secuencia lógica y practicidad en la organización del trabajo.
21) Matrices

Se evalúa sólo en la Fase 2 porque es en la evaluación de impactos donde se toma más relevancia representar los datos, de forma de poder visualizar rápidamente interacciones entre distintos elementos.

No obstante, y dado que este tipo de método de representar información permite su introducción en bases de datos, es útil extender su uso a otras fases. Además, permitiría a interrelación de las Fases entre sí.

22) Documentos (mapas, planos, fotos)

Se evalúa, para cada fase, la calidad gráfica, escalas adecuadas, diversidad y practicidad de los planos, mapas y esquemas presentados. Asimismo, se evalúa la calidad de las fotografías, teniendo en cuenta que constituyen un excelente instrumento para documentar cambios.

23) Bibliografía, 24) Glosario

y 25) Indice

Estos puntos son evaluados sólo en la Fase 1. Son elementos imprescindibles en todo informe. La bibliografía puede ser general, o estar dividida por tema estudiado. El glosario tiene dos objetivos: a) dar el significado preciso de algunos términos críticos (palabras cuyo significado tenga varias acepciones o vocabulario técnico) o abreviaturas, y b) inducir a que os términos sean utilizados con un mismo significado a lo largo de todo el informe, dándole coherencia.

26) Presentación – Autores

En este punto se evalúa la calidad editorial del trabajo (prolijidad, redacción y armado). Respecto a los autores, se considera la inclusión de la nómina de profesionales intervinientes, indicando el o los temas estudiados y con sus respectivas firmas originales.

Cabe destacar que la enumeración y descripción de aspectos dada, no constituye una propuesta de estructura para los estudios ambientales, sino que sólo pretende describir los contenidos esperados para la calificación del trabajo y el llenado de la matriz de evaluación. Algunas propuestas respecto a la estructura del informe, se dan en el punto 5.

El método de calificación fue evolucionando hasta el momento y este proceso va a continuar debido al aporte que hace dada estudio y a las nuevas situaciones que se presentan.

Matriz de monitoreos

1) Monitoreo de impactos

Relevamiento de los resultados obtenidos a partir de la implementación de las medidas de mitigación propuestas en la Fase 4 del EA. Resultado de muestreos y control de indicadores. Elaboración de conclusiones a partir de todos los resultados.

2) Mantenimiento de instalaciones y producción

Estado actual de las instalaciones. Detalle de los controles realizados. Verificación de las condiciones de seguridad. Actualización de los datos de producción, tanto en lo referente a caudales, como a calidad, movimiento y disposición.

3) Manejo de efluentes y residuos

Análisis del destino que se da a los efluentes. Actualización de la caracterización de efluentes y desechos de todo tipo.

4) Manejo de productos químicos

Inventario de los productos químicos en el área por lugar de almacenaje Verificación del cumplimiento de las medidas recomendadas de manipulación y estado de los sitios de almacenaje.

5) Muestreo

Evaluación de la representatividad del muestreo y utilidad de los análisis realizados.

6) Análisis de nuevos impactos

Inclusión de los efectos no contemplados anteriormente y valoración de los impactos correspondientes.
7) Análisis de los impactos residuales

Estudio de la eficiencia observada de las medidas de mitigación adoptadas. En base a esto, se podrá definir si una medida es insuficiente o excesiva, ajustándola.

8) Análisis y ajuste del plan de mitigación

En base a los ítems 6 y 7, reelaboración del plan de mitigación. En este punto se evaluará también el enriquecimiento logrado por la integración de la experiencia del año anterior, a los planes propuestos.

9) Ajuste del plan de monitoreo

Introducción de las modificaciones que se consideren necesarias para la mejor evaluación de la eficacia de las medidas de mitigación. esto se hará tomando como base la experiencia recogida luego de un año de seguimiento de variables e indicadores.

Items 10 a 16

Estos aspectos son evaluados de la misma manera que sus correspondientes en la matriz del EA.

Problemas presentados.

Propuestas

A partir de la experiencia recogida en sucesivas evaluaciones de los estudios realizadas, se han ido presentando problemas y situaciones diversas, producto de la aplicación de metodologías novedosas, al menos en nuestro país. Asimismo, operadoras, consultoras y autoridad, iniciaron un creciente aprendizaje que debe ser intensificado a través del intercambio. Los principales problemas que se presentaron a la hora de evaluar informes fueron:

– Si bien existe una norma (Resolución SE 252/93) que establece los términos de referencia para la elaboración de los estudios, éstos han sido tenidos en cuenta en forma parcial, no sólo por poseer un grado decreciente de desarrollo de las Fases 1, 2, 3 y 4 sino porque en su gran mayoría, los límites entre dichas fases son difusos o inexistentes.

– Un aspecto de la Fase 1 todavía faltante en la gran mayoría de los estudios, es un análisis global e integrador de los aspectos relevados, con la definición de áreas de especial sensibilidad y vulnerabilidad.

– En general, a modo de contrapropuesta implícita por parte de las consultoras intervinientes, los EAs presentados constan, casi en su totalidad, de un relevamiento de las condiciones biofísicas y socio culturales, con una incipiente valoración de efectos/impactos. A esto sigue una serie de “recomendaciones”, que las más de las veces, constituyen expresiones de deseo o enumeraciones de “buenas prácticas”, con pocas posibilidades de traducción en medias concretas. Por ello, y dado que las fases 2 y 3 tienen un grado de desarrollo muy incipiente, es que a lectura de los informes y su calificación mediante la matriz de evaluación, resulta una tarea lenta.

– Se observó una enorme heterogeneidad, entre los distintos estudios, en cuanto a metodología, extensión, escala, ilustración gráfica. Esto dificultó el establecimiento de criterios definitivos de evaluación.

– La Fase 4 es inexistente en la mayoría de los estudios. Esto torna particularmente difícil la evaluación de los MOyT, dado que su relación con lo elaborado en los EAs es casi siempre muy débil.

A modo de propuestas para mejorar la calidad de los estudios, se presentan las siguientes conclusiones:

– El EA no tiene por qué ser una carpeta única e indivisible. su “función” radica en el hecho de que pueda ser aprovechado plenamente por cada sector de la compañía. Es así que el nivel directivo estará más interesado en la cuestiones de política ambiental de la empresa, mientras que el nivel gerencial se interesará (y utilizará) en los aspectos económicos (costos), tanto de las medidas de mitigación como de los estudios complementarios que resulten necesarios. Asimismo, tendrán incumbencia en aspectos relacionados con el monitoreo de obras y tareas y su efectiva implementación. A su vez, el nivel operativo y personal de campo sacará provecho de la faz técnica de las medidas de mitigación y pautas de monitoreo dadas.

– La presentación correlacionada de “efecto – medida de mitigación – monitoreo” facilita tanto el seguimiento de la eficacia de la medida, como la evaluación por parte de la autoridad de aplicación.

– La elaboración de un mapa de áreas sensibles ayuda enormemente a la optimización de recursos, tanto para la implementación de medidas de mitigación, como para responder a las contingencias.

– Los estudios de ecosistemas más delicados (Ej.: insectos), pueden aportar información sobre grados de alteración del ambiente que serían imperceptibles a través del monitoreo de especies mayores de animales.

– Sería interesante unificar el tratamiento de los temas fauna y flora, para promover el estudio integral de ecosistemas, más que se sus elementos aislados.

– Es de suma utilidad complementar la definición de medidas de mitigación con descripciones técnicas, estimación de su efectividad esperada y costos.

– Es importante internalizar el concepto de que el destinatario del EA es la compañía operadora, y no la autoridad de aplicación. Si bien la presentación a ésta es exigida por norma, lo es sólo al efecto del control de la calidad de los estudios, con el objeto de unificar criterios de evaluación y de gestión en toda la industria. Sin embargo, siguiendo el concepto de que el EA es “para usar” y no “para mostrar”, seguramente mejorarán las especificaciones con que son contratados a las consultoras, así como ganarán aplicabilidad concreta.

Conclusiones

Se considera que al momento se ha cumplido con el desarrollo de la Fase 1 de los EAs. esto tiene una tremenda importancia, dado que hace tres años se carecía de información ambiental sobre áreas en explotación y exploración de hidrocarburos, y hoy disponemos de un relevamiento exhaustivo en prácticamente todas las áreas del país. Sin embargo, las fases siguientes muestran menor o nulo desarrollo, con poca posibilidad de traducir las medidas y pautas indicadas, en prácticas de campo concretas.

Estas deficiencias pueden ser atribuibles a lo novedoso de algunas metodologías de trabajo, y la poca experiencia, en nuestro país y en la industria en general, en lo referente a este tipo de estudios.

Por ello, los esfuerzos de las compañías y las consultoras debería focalizarse a partir de ahora, en desarrollar la fases siguientes. Sólo así se sacará provecho de la enorme cantidad de información recopilada hasta ahora, de manera de maximizar su aplicabilidad práctica.

Es evidente que la mayoría de las compañías petroleras han internalizado la cuestión ambiental a tal punto de realizar importantes inversiones en la ejecución de estudios y en la implementación de medidas. Es propósito de este trabajo contribuir a que los recursos humanos y económicos empleados tengan la máxima eficiencia posible, y permitan obtener resultados trascendentes.

Los avances logrados, cuya enormidad es evidente con sólo volver la vista a tres años atrás, fueron posibles en gran medida gracias a la filosofía puesta en práctica por autoridad e industria para el dictado de normas consensuadas y su seguimiento. Es así que mediante esta forma de pensar, se busca la autogestión ambiental de la industria, y la cogestión con la Dirección Nacional de Recursos.

Bibliografía

– Resolución Secretaría de Energía 105/92

– Resolución Secretaría de Energía 252/93

– Estudios Ambientales (de áreas y pozos exploratorios) y Monitoreos de Obras y Tareas 1994 presentados por las compañías operadoras a la Dirección Nacional de Recursos desde marzo de 1993 a la fecha.

TABLA 2

MONITOREO DE OBRAS Y TAREAS 1994

AREA:

OPERADOR:

CONSULTORA:

ASPECTOS

FACTOR

Calif. bruta

Calif. Pon

1 MONITOREO DE IMPACTOS EN:

a Agua

0.09

0

b Suelos

0.07

0

c Aire

0.05

0

d Fauna / Flora

0.06

0

e Aspectos socioeconómicos

0.05

0

f Paisaje

0.02

0

2 MANTENIMIENTO DE INSTALACIONES Y PRODUCCCION

0.04

0

3 MANEJO DE EFLUENTES Y RESIDUOS

a Líquidos

0.05

0

b Gaseosos

0.04

0

c Sólidos

0.04

0

4 MANEJO DE PRODUCTOS QUIMICOS

0.04

0

5 MUESTREO

0.05

0

6 ANALISIS DE NUEVOS IMPACTOS

0.06

0

7 ANALISIS DE IMPACTOS RESIDUALES

0.05

0

8 ANALISIS / AJUSTE DEL PLAN DE MITIGACION

0.07

0

9 AJUSTE DEL PLAN DE MONITOREO

0.06

0

10 METODOLOGIA

0.03

0

11 USO DE MATRICES

0.03

0

12 DOCUMENTOS (mapas / planos / fotos / etc.)

0.04

0

13 BIBLIOGRAFIA

0.02

0

14 GLOSARIO

0.01

0

15 INDICE

0.01

0

16 PRESENTACION – AUTORES

0.02

0

1

CALIFICACION TOTAL

0

(*) Subsecretaría de Energía – Dirección Nacional de Recursos

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