¿Una bolsa con inscripciones chinas? Las otras sorpresas del fondo marino de una expedición científica que alerta sobre la huella humana
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En una transmisión en vivo desde el Cañón Submarino de Mar del Plata, entre especies nunca vistas y paisajes fascinantes aparece el rastro inconfundible de contaminación
A unos 3000 metros de profundidad y a más de 100 kilómetros de la costa bonaerense, una bolsa de plástico con inscripciones en chino en el fondo marino sorprendió a los investigadores que participan de una expedición científica internacional en el Cañón Submarino Mar del Plata. El hallazgo, registrado por el robot submarino ROV SuBastian, dejó en evidencia que incluso los ambientes más remotos del planeta no están libres del impacto humano.
Durante casi ocho horas de transmisión en vivo —seguida por miles de personas en todo el mundo— el vehículo exploró las profundidades del lecho marino, revelando un contraste inquietante: junto a restos de contaminación, también aparecieron escenas impactantes de biodiversidad. Una estrella marina a 1200 metros de profundidad, un pequeño pulpo y un cangrejo que se desplazaba entre formaciones rocosas fueron algunos de los organismos captados por las cámaras del ROV, que transmite en alta definición. Las imágenes despertaron asombro tanto entre los científicos como entre el público general, pero también dejaron una señal de alerta: la huella humana está presente incluso en las zonas más inaccesibles del océano.
“La gran diferencia de esta campaña respecto a la que habíamos hecho en 2012 y 2013. a bordo del buque Puerto Deseado, es el uso del ROV, que nos permite filmar en alta definición. Antes podíamos capturar ejemplares con redes, pero no observar el contexto ni su comportamiento”, explicó Daniel Lauretta, investigador del Conicet y jefe científico de la expedición, que se desarrolla junto con la Fundación Schmidt Ocean Institute, que puso a disposición el barco Falkor (Too).
Esta nueva campaña tiene como objetivo central estudiar la diversidad y la distribución de los invertebrados marinos y peces bentónicos en la zona del cañón, aunque también se abordan otros temas como la presencia de microplásticos en el agua y el sedimento, el ciclo del carbono, la sedimentología y la química del agua.
La transmisión en vivo, que atrajo a más de 18.000 espectadores, no fue una iniciativa del equipo argentino, sino un requisito del buque de investigación: “El barco tiene como condición que todo lo que se filma en el fondo se transmita automáticamente por YouTube en vivo y en directo. Nosotros sumamos nuestra impronta a esa experiencia, interactuando con el público y explicando lo que se va viendo”, relató Lauretta. Parte del equipo está conformado por docentes universitarios, que aprovecharon esa instancia para responder preguntas y compartir conocimiento en tiempo real. “Eso parece que a la gente le gustó”, agregó.
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