Además, propusieron el nuevo género yuracarus, que recibe su nombre de Yuracaris, la zona en donde se encontraron los especímenes investigados. Dentro de este nuevo género, los científicos asignaron tres especies nuevas, incluyendo dos también procedentes de Cusco: Yuracarus Cosnipatensis y Yuracarus Yunguensis.
«Estos escarabajos presentan una morfología distintiva, con el cuerpo de color metálico y adaptaciones específicas a los climas húmedos de los bosques de montaña», precisó el Museo de Historia Natural de la Universidad Mayor de San Marcos, la decana de América. El trabajo incluyó análisis morfológicos detallados y reconstrucciones filogenéticas, que confirmaron que Konradus y Yuracarus forman un linaje único dentro de los Philonthina Neotropicales.
«Además del valor científico, este descubrimiento subraya la importancia de conservar los ecosistemas de los Andes tropicales, considerados uno de los principales hotspots (puntos calientes) de biodiversidad del planeta», agregó la información difundida.
La exploración, liderada por la investigadora del Laboratorio de Entomología del Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (Argentina) Mariana Chani-Posse, contó con la participación del miembro del Departamento de Entomología del Museo de Historia Natural de la UNMSM, Maryzender Rodríguez-Melgarejo.
«Este trabajo representa un ejemplo exitoso de colaboración científica internacional, con liderazgo de investigadoras sudamericanas, y destaca la riqueza aún inexplorada de los ecosistemas altoandinos» concluyó el comunicado.
El descubrimiento de estas nuevas especies de escarabajos representa un logro destacado para este equipo internacional de entomólogos y enriquece el conocimiento sobre la biodiversidad local, nacional y continental. Además, ofrece nuevas perspectivas sobre los ecosistemas sudamericanos y la riqueza de su biota, que aún no se conocen en profundidad.
Fuente: EFE / ECOticias.com
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