Educación y puesta en valor de los bienes culturales y naturales en los museos de ciencias naturales.
por: Carlos Fernández Balboa (1)
Una de las funciones principales de los museos y de otras instituciones dedicadas a la preservación del patrimonio natural y cultural es la educación. Resulta importante redefinir el término “educación” en el contexto del museo. En el pasado la educación en los museos fue sólo entendida como un elemento de apoyo a los grupos escolares. En la actualidad incluye servicios para un rango mucho más importante de públicos que acorde con la moderna definición de la institución- beneficia a los museos y a la comunidad.
El papel educativo del museo es conceptualmente más amplio y cuando se realiza con seriedad realmente se convierte en el corazón de la misión de la institución. La educación del museo está abocada a la provisión de servicios, incluso el entrenamiento y guía para maestros y otros programas, que tienen en cuenta objetos para el préstamo a instituciones, el desarrollo de equipos de entrenamiento en temáticas puntuales o paquetes educativos basados en las exhibiciones y las colecciones.
Todos los museos tienen un papel educativo que puede definirse como el desarrollo dc las relaciones sensibles con los visitantes y otros usuarios tal que promueva el entretenimiento, la motivación, y de por resultado el conocimiento. La educación en este contexto es de largo alcance. No se ata a ciertas edades grupos o a un camino en particular de enseñanza, o a los contextos institucionales.
Una estrategia pedagógica valida y fácil de realizar en los museos consiste en conectar las colecciones del museo de todas las clases con muchas de las preguntas que se realizan en nuestro mundo cotidiano :Así el examen de, por ejemplo, una corona de plumas de guacamayo que pertenecía a un cacique indígena guaraní, permite formular las preguntas iniciales sobre la estética y la decoración personal usos de los materiales, la memoria, afiliaciones sociales, el comercio y viaje de personalidades, el uso de materiales y el aprovechamiento de la biodiversidad y formular preguntas subsecuentes sobre la políticas de coleccionar, el imperialismo, y la identidad cultural. Muchas veces lo que resulta trascendente para el servicio pedagógico del Museo o para la Institución, no es relevante para cl público, por esto cualquier contenido deberá generar el proyecto a partir de la necesidad del visitante o de la comunidad próxima a la institución.
Otro de los factores a tener en cuenta es que este servicio no debe convertirse en un sustituto dc los contenidos que los alumnos deben recibir en el aula. El museo es un apoyo, una forma mas de comunicación y pedagogía, como lo puede ser -o debería serlo, la televisión. Conocer profundamente los programas dc enseñanza escolarizada y partir de esa necesidad del establecimiento educativo, entonces, brindar el servicio debería ser uno de los principios fundamentales del museo.
Al comienzo de un nuevo milenio, la imagen de los Museos de ciencias naturales se ha desfigurado para el gran publico que inundado con materiales gráficos y fílmicos sobre la naturaleza, ya no encuentra sentido asistir a un muestrario de especies taxidermizadas para acercarse al conocimiento de su vida . Esta decadencia institucional se debe fundamentalmente a que el museo- particularmente los de ciencias naturales- no ha sabido redefinir su lugar como un espacio de servicios a la comunidad.
Es muy largo el listado de motivos por el cual el museo se encuentra en estas condiciones: A) Factores económicos, (falta de presupuesto en mantenimiento, discontinuidad en el servicio al visitante); B) Una profunda depresión en la calidad educativa general en nuestro país, lo que trae aparejada ausencia de visión crítica del publico C) Falta de políticas claras de estas instituciones por parte de directivos que no han sido adecuadamente capacitados para tal fin, falta de interés en las autoridades competentes, etc
En Argentina particularmente los programas pedagógicos en los museos de ciencias (que constituyen el servicio y el contacto base entre la institución y el publico) no han contado nunca con el presupuesto ni el personal adecuado, subordinando casi siempre la actividad educativa a la recaudación de fondos, sin un planteo concreto de objetivos, renovaciones, ni evaluaciones pedagógicas a largo plazo. Esta afirmación terminante, tiene su correlato con honrosas excepciones, que han sabido llevar adelante programas efectivos, pero lamentablemente sustentados por intereses más personales de muchos trabajadores de los Museos, que motivados por exigencias institucionales. Esto ha hecho que se minimice en su importancia estos programas educativos, reemplazándolos en muchos casos por simples exposiciones teóricas e informativas sobre los objetos que lo único que han conseguido es afianzar la mala fama de “aburrido” que el museo se ha ganado a lo largo de su historia.
Podríamos enunciar algunas estrategias de pedagogía teórica para revertir esta tendencia:
La interpretación ambiental planteada como la estrategia más efectiva de la educación ambiental para trabajar en la naturaleza, en espacios abiertos o en ambientes que requieran un grado de atención mayor por parte de los destinatarios del programa educativo. Según una de sus definiciones La Interpretación ambiental es el conjunto de políticas y medidas encaminadas a lograr la integración del público visitante y habitantes de la comunidades incluidas o aledañas a 1as áreas naturales protegidas. a museos o zonas de interés público. al conocimiento de las características físicas, biológicas e histórico-culturales de las mismas
La interrelación de los programas oficiales de enseñanza con los objetivos del Museo: El trabajar sobre esta base nos permitiría asegurarnos que los museos cumplan con un servicio concreto hacia los distintos niveles de la enseñanza oficial, asegurándonos su inserción dentro de la educación formal. Evita arbitrariedades en los contenidos del mensaje y unifica los criterios del mismo, hacia un lenguaje unificado, manejado por un público con un interés común (docentes y alumnos)
El uso adecuado de apoyaturas y otros medios de comunicación: Finalmente hay que tener en cuenta todas las técnicas para manejar correctamente las herramientas para la presentación de los objetos en el museo. Así como un mal fotógrafo puede tomar imágenes fuera de foco o descentralizadas, un mal museógrafo (especialista en la presentación de las colecciones) desperdicia el recurso pedagógico al no aprovechar las maquetas, vitrinas, calcos, replicas, animales taxidermizados, dioramas, paneles, escenarios, centros de computación, videos, salas de usos múltiples y todos los otros canales de comunicación que, el museo, ofrece para potenciarlo como espacio de recreación, educación y deleite.
BIBLIOGRAFIA:
1. Dawson, Leslie Y. 1989. How to interpret natural and historical resourses. WWF Latín American and Caribbean Program.
2. Dujovne, M. 1995. Entre Musas y Musarañas: Una visita al Museo. Fondo de Cultura Económica.
3. Hooper , E.G. 1998. The Educational Role of the Museum. Routledge London.
4. Ministerio de Educación de la Nación: Programas oficiales de Enseñanza EGB & Polimodal. Atc. 1987.
5. Revista Museum: Vol. XXXII Nro. 1 y 2: Museos e Interdisciplinarias. Órgano Oficial del ICOM: International Council for Museum. 1982.
6. Revista Museum: Vol. XXXVI Nro. 2 Museos patrimonio y políticas culturales en América Latina y el Caribe: Organo Oficial del ICOM: International Council for Museum.
7. Tildem F.D. 1965. Interpretando Nuestra Herencia. Dowstone. New York.
(1) Museólogo y Master en Educación Ambiental (Charlone 1651 Cap,Fed,) [email protected]
Trabajo presentado en
IX Congreso Iberoamericano de
Biodiversidad y Zoología de Vertebrados
Buenos Aires, 2000
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