En el marco del Día Mundial de los Albatros, el pedido de ayuda apunta a las poblaciones de zonas costeras. Los cuerpos que aparecen en las costas “aportan datos cruciales que permiten a los científicos comprender las amenazas que los acechan y el estado de conservación del Mar Argentino”. Por eso se busca ampliar el alcance del ECOFAM, un “programa de ciencia ciudadana” que impulsa a voluntarios y voluntarias a recorrer las playas de la Costa Atlántica registrando el hallazgo de aves, tortugas, y mamíferos marinos sin vida. Esos datos “se integran al trabajo de científicos profesionales. Cada registro, por pequeño que parezca, es una pieza clave en el rompecabezas de la salud oceánica”.

Ya hay 60 participantes voluntarios en nueve nodos, desde la provincia de Buenos Aires hasta Tierra del Fuego, incluyendo localidades como Pinamar, Mar del Plata, Necochea, Las Grutas y Ushuaia. La idea es que las caminatas por esas playas sirvan para recabar datos con medidas y fotos y funcionen como “ojos de científicos” en el territorio.

“Esa información está disponible para el investigador que la necesite. Y en el Programa Marino somos todos biólogos y podemos encarar trabajos científicos. Entre dar datos a científicos y analizarlos se va armando un buen background” para conocer más sobre la situación de los albatros.

Todo esto, con las dificultades de hacer ciencia en tiempos de cientificidio. “El problema que estamos teniendo es que el dólar está tan caro que los fondos que vienen de afuera no rinden. Pero la situación de desfinanciamiento repercute mucho más en el Conicet que en nosotros. La situación grave la está atravesando el Conicet”, dice Tamini sobre las políticas del gobierno de Javier Milei sobre la Ciencia.

Autora: Luciana Rosende
Fuente: tiempoar.com.ar/