Junto a su esposo son los encargados de hacer plantines, armar el vivero, juntar semillas, sembrar y plantar. “Trabajamos con otras familias y la comunidad inculcándoles conocimientos como el cuidado del agua a quienes tienen ganado, todo lo que se puede hacer para cuidar el medio ambiente, lo hacemos”, describió. Del monte nativo extraen frutas para producción de mermeladas, madera, pastizal para los animales y productos como la mandioca. “Para nosotros es nuestro hogar, nuestro ritmo de vida. Me gustaría incentivar a las personas a cuidar la naturaleza, los recursos que tenemos, pero entiendo que para ver lo que nosotros vemos, al monte hay que vivirlo”, finalizó Araya.