Compromisos de Tipo 2 – Una nueva ayuda “solidaria”
Por Michel H. Thibaud*
En su segunda semana la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable continúa con incógnitas importantes. Sin embargo, algunos instrumentos pareciera que comienzan a cobrar importancia. Sobre todo cuando en esta Cumbre Mundial las empresas y la actividad privada cuentan con una preponderancia bastante importante.
En este aspecto los funcionarios oficiales tratan de implementar el financiamiento de programas a través del “partnerships” del Tipo 2, es decir una suerte de asociaciones entre las organizaciones no gubernamentales, los gobiernos y las empresas para poner en marcha proyectos sociales y/o ambientales.
En contraposición los acuerdos de Tipo 1 son los que realizan los gobiernos y los organismos gubernamentales.
Estos compromisos de Tipo 2 han cobrado muchísima importancia ya que se anuncia la firma, hasta ahora, de más de 300 de ellos.
Por otra parte se sabe que los Estados Unidos gastarán más de 1.000 millones de dólares para aplicar a la protección del medio ambiente y erradicar la pobreza. El mecanismo de Tipo 2 se beneficiará con estos fondos pues se considera que el control y la eficiencia es mayor que en el caso de los convenios de Tipo 1. Sin embargo la demanda de fondos por parte de los países en desarrollo indicaría que la cifra propuesta por Washington es por lejos insuficiente.
Pero algunas curiosidades significativas ponen bajo sospecha, por parte de las ONGs, a este tipo de acuerdos. Es inexplicable por qué la mayoría de los proyectos anunciados y descriptos por los Estados Unidos ya están en proceso pues son emprendimientos con dos, tres o más años de antigüedad. En principio este tipo de acuerdos estaba previsto para agregar “adicionalidad” a los fondos públicos, o sea el inicio de nuevos emprendimientos o la ampliación de los ya existentes. De acuerdo a las gráficas palabras de la Sra. Hilde F. Johnson, Ministra Noruega de Desarrollo lo que se pretendería hacer: “es sólo colocar ‘pintura verde’ a los proyectos ya existentes”.
Por otra parte las Organizaciones No Gubernamentales y de la sociedad civil del sur, han hecho llegar una petición a los Ministros de la Cumbre, preocupados con las negociaciones que se están desarrollando sobre el Plan de Implementación. Con referencia a las Asociaciones de Tipo 2 realizan el siguiente comentario: “No hay un proceso definido y claro para las asociaciones de Tipo 2. Tememos que esto podría conducir a proyectos manejados por el Norte, en vez de primar la titularidad local y el involucramiento de la sociedad civil. Hay falta de conexiones entre Tipo 1 y Tipo 2”. Y continúan señalando: “Sólo podemos aceptar Asociaciones de Tipo 2 si son asegurados los siguientes criterios:
1) Los compromisos del Plan de Implementación (Tipo 1) deben ser específicos, claros y con fechas límites. Las asociaciones de Tipo 2 deberían complementar globalmente a los resultados de Tipo 1 y no ser sustitutos de los compromisos gubernamentales;
2) Las asociaciones deben proveer valor agregado, financiamiento nuevo y adicional;
3) Aprobación del párrafo 151 (principio 10 de Río), párrafo 152 (enlace entre Desarrollo Sustentable y Derechos Humanos) y desarrollar un marco legal para la responsabilidad corporativa;
4) Los proyectos deben ser propios local y nacionalmente y deben ser asegurados mecanismos tales que den la participación de todos los grupos de interés, en todos los aspectos del diseño e implementación;
5) Un fuerte mecanismo de seguimiento debe establecerse, incluyendo áreas de control, informes, responsabilidad y evaluación externa para la implementación de las asociaciones de Tipo 2;
6) Debería utilizarse el enfoque regional donde sea apropiado.
Como se puede apreciar las Organizaciones No Gubernamentales han señalado estos puntos críticos para asegurar un adecuado seguimiento, incluyendo las áreas de control, informe, responsabilidad y evaluación externa. Estas recomendaciones están sustentadas en las experiencias previas de las asociaciones de Tipo 1, donde en muchos casos no se lograron los objetivos previstos y en otros las comunidades locales salieron perjudicadas.
Finalmente las ayudas de los países ricos hacia los países en desarrollo vendrán sólo si los primeros encuentran algún tipo de “beneficio” que les maximice directa o indirectamente esta “ayuda solidaria”. Esto se sustenta en la frase del Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan: “Ahora comprendemos que los negocios y la sociedad deben beneficiarse de un trabajo en conjunto, y cada vez comprendemos más que sólo movilizando al sector corporativo (empresario) podremos lograr un avance significativo”.
*Director de Ecopuerto.com – 3 de Septiembre de 2002
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