Resolución 186/95 – Guía de Protección Ambiental
Guía de Protección Ambiental
Resolución 186/95
Ente Nacional Regulador del Gas
Apruébase la “Guía de Prácticas Recomendadas para la Protección Ambiental Durante la Construcción de Conductos para Gas y su Posterior Operación”.
Buenos Aires, 28 de agosto de 1995
VISTO, El expediente Nro. 1088/94 del Registro del ENTE NACIONAL REGULADOR DEL GAS (ENARGAS), lo dispuesto por la Ley 17.319, la Ley 24.076 y su Decreto Reglamentario 1738 del 18 de setiembre de 1992, la Ley 24.292, las Resoluciones de la Secretaría de Energía 105/92 y 252/93; y
CONSIDERANDO:
Que es necesario velar por la adecuada protección del ambiente.
Que es imprescindible adoptar normas y procedimientos orientados a corregir, reducir y prevenir toda acción que, como consecuencia de la realización de los trabajos de tendidos de conductos e instalación de infraestructura complementaria destinada al transporte del gas natural, perjudicará a las actividades agropecuarias, a la flora y a la fauna, a los suelos, a las aguas dulces superficiales y subterráneas y al medio marino.
Que los sujetos activos de la industria del gas natural están obligados a proyectar y construir sus instalaciones de manera tal que una vez en operación quede eliminado o reducido el impacto que las obras puedan ejercer en el ambiente.
Que distintos organismos internacionales han dado a conocer su preocupación por el creciente deterioro de la calidad del ambiente.
Que en nuestro país organizaciones gubernamentales y no gubernamentales han demostrado su intención de trabajar conforme con las pautas internacionales fijadas sobre la materia, habiendo dictado a esos efectos la SECRETARIA DE ENERGIA DE LA NACION EL “MANUAL DE GESTION AMBIENTAL DE CONDUCTOS PARA HIDROCARBUROS E INSTALACIONES COMPLEMENTARIAS”.
Que las previsiones de seguridad y procedimientos técnicos y de protección ambiental que deben observar todos los sujetos de la industria del gas, están estrechamente ligados con el dictado de las disposiciones que regulan su aplicación y controlan su cumplimiento.
Que la Norma N.A.G. – 100 prevé, para futuras obras, la adopción de medidas orientadas a la protección ambiental, motivo que hace necesario el dictado de una legislación complementaria a la elaborada por la SECRETARIA DE ENERGIA DE LA NACION, que precedentemente fuera citada.
Que le corresponde al ENTE NACIONAL REGULADOR DEL GAS la formulación de estas medidas normativas, para lo cual ha elaborado una “GUIA DE PRACTICAS RECOMENDADAS PARA LA PROTECCION AMBIENTAL DURANTE LA CONSTRUCCION DE CONDUCTOS PARA GAS Y SU POSTERIOR OPERACION”.
Que una vez estudiado el proyecto, la SECRETARIA DE RECURSOS NATURALES Y AMBIENTE HUMANO, puesta en conocimiento de los alcances del trabajo, propuso una serie de modificaciones, las que luego de ser analizadas por una comisión constituida con técnicos de esa Secretaría de Estado y del ENERGAS, fueron incorporadas al texto definitivo del trabajo.
Que el ENTE NACIONAL REGULADOR DEL GAS se encuentra facultado para emitir esta Resolución en mérito a lo establecido por el Artículo 2 inciso f), el Artículo 21, el Artículo 52 incisos m) y x) de la Ley 24.076.
Por ello,
EL DIRECTORIO DEL ENTE NACIONAL REGULADOR DEL GAS RE SUELVE:
Artículo 1º: Apruébase la “GUIA DE PRACTICAS RECOMENDADAS PARA LA PROTECCION AMBIENTAL DURANTE LA CONSTRUCCION DE CONDUCTOS PARA GAS Y SU POSTERIOR OPERACION”, que como Anexo I forma parte de la presente.
Art. 2º: Determínase que su cumplimiento será de carácter obligatorio para todas aquellas obras que el Ente Nacional Regulador del Gas autorice, según lo establece la Ley 24.076.
Art. 3º: Establécese que a los efectos de su aplicación la presente reglamentación será considerada como una recomendación complementaria y quedará incorporada, por referencia, a la Norma N.A.G.-100 mediante su inclusión en el Material de Guía de la Sección 4 y en la parte correspondiente del Apéndice G-1.
Art. 4º: Notifíquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial, y archívese.
ANEXO I
Guía de Prácticas Recomendadas para la Protección Ambiental Durante la Construcción de Conductos para Gas y su Posterior Operación.Preparado por el Ente Nacional Regulador del Gas
INDICE
1. GENERALIDADES.
1.1 INTRODUCCION
1.2 PROPOSITO
2. NORMAS DE ACTUACION
2.1. ESTADO AMBIENTAL PREVIO-ANTEPROYECTO
2.1.1. Estructura del Estudio Ambiental Previo
2.1.1.1 Geología
2.1.1.2 Fisiografía
2.1.1.3 Suelos
2.1.1.4 Hidrología superficial
2.1.1.5 Hidrología subterránea
2.1.1.6 Vegetación
2.1.1.7 Fauna
2.1.1.7.1 Fauna terrestre y área
2.1.1.7.2 Peces
2.1.1.8 Clima
2.1.1.9 Agricultura
2.1.1.10 Bosques Artificiales
2.1.1.11 Recursos mineros
2.1.1.12 Desarrollo
2.1.1.13 Transporte
2.1.1.14 Recreación
2.1.1.15 Sitios históricos y marcas geodésicas
2.1.1.16 Legislación
2.1.1.17 Servidumbres
2.1.2 Plan de Protección Ambiental
2.1.2.1 Generalidades
2.1.2.2 Permiso de paso
2.1.2.3 Campamentos y obradores
2.1.2.4 Vegetación
2.1.2.5 Revegetación
2.1.2.6 Nivelación
2.1.2.7 Excavación
2.1.2.8 Explosivos
2.1.2.9 Cruce de cursos de agua
2.1.2.10 Manipuleo e instalación de tuberías
2.1.2.11 Tapado de cañerías
2.1.2.12 Limpieza de las cañerías y pruebas
2.1.2.13 Limpieza y restauración
2.1.3 Control mediante Auditorías Ambientales
PROLOGO
El ENTE NACIONAL REGULADOR DEL GAS (ENARGAS), creado por la Ley 24.076 -Marco Regulatorio de la Actividad del Gas Natural- tiene entre sus facultades, fijadas por el Artículo 52, Inciso b) de dicha ley, “dictar reglamentos a los cuales deberán ajustarse todos los sujetos de esta ley en materia de seguridad, normas y procedimientos técnicos”.
Con tales atribuciones, y basándose en normas operativas y de seguridad internacionales y en los aportes de la experiencia en nuestro país, emite la N.A.G.-100 “Normas Argentinas Mínimas de Seguridad para el Transporte y Distribución de Gas Natural y Otros Gases por Cañerías”, en cuyo prólogo se manifiesta.
“ La N.A.G.-100 establece los estándares de diseño, operación y mantenimiento para las instalaciones de transmisión y mantenimiento para las instalaciones de transmisión y distribución y si bien la seguridad es la consideración básica de la norma, otros factores pueden imponer requerimientos a la especificación final de sistemas de cañerías de presión. Al no tener la N.A.G.-100 características de manual de diseño, la utilización de sus contenidos deberá ser acompañada por apropiados criterios de Ingeniería”.
“ Si bien esta norma no tendrá efectos retroactivos en lo que respecta al diseño, fabricación, instalación, presiones de operación establecidas y pruebas, sus disposiciones deberán aplicarse a la operación, mantenimiento y reclasificación de instalaciones existentes”.
Con estas características, resultó necesario dar pautas para compatibilizar dichas tareas con los criterios generales de protección ambiental en la actividad industrial que se intentan aplicar a nivel mundial y que en nuestro país tiene, entre otras, una manifestación más específica en el Manual de Gestión Ambiental de Conductos para Hidrocarburos, de la SECRETARIA DE ENERGIA DE LA NACION.
Como complemento y particularización de ambos (Manual de Gestión Ambiental y N.A.G.-100), el ENARGAS dicta la presente Guía que en tal concepto, deberá utilizarse subsidiariamente con esa norma y toda otra, reglamentación afín al tema, actual o futura.
Esta Guía fue aprobada por el Directorio del ENARGAS mediante resolución NÜ 186/95 del 28/08/95.
1. GENERALIDADES
1.1 INTRODUCCION
La industria de los hidrocarburos está incorporado activamente normas de protección ambiental en las etapas de exploración, explotación y refinación, mantenimiento, transporte y comercialización, mediante una serie de Resoluciones generadas en la Secretaría de Energía de la Nación, muchas de las cuales fueron aceptadas o aceptadas por las provincias productoras de hidrocarburos para estar en concordancia con los términos regulatorios nacionales sobre el tema de cuidado ambiental.
La ley de hidrocarburos 17.319 menciona en su artículos 69 y 100, la necesidad de cuidar el suelo, el agua y el aire durante las tareas inherentes a la industria, recomendando prácticas constructivas adecuadas para tales fines, como un esbozo inicial en la materia.
La Secretaría de Energía de la Nación, mediante resolución 475/87, dispuso crear una Comisión con el objeto de elaborar propuestas normativas que permitieran la integración de la gestión ambiental en los proyectos energéticos. Como conclusión se confeccionó aprobó un Manual de Gestión Ambiental de Conductos para Hidrocarburos, que normaliza y sistematiza “la inclusión de los aspectos ambientales en la elaboración de la documentación correspondiente al proyecto, la construcción, la operación y el mantenimiento“.
A principios de 1990, la Asistencia Recíproca Petrolera Estatal Latinoamericana (ARPEL) celebra con la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI) un convenio para desarrollar el Proyecto Ambiental a ser utilizado como referencia entre las empresas miembros de. ARPEL del cual surgieron una series de documentos específicos para el cuidado ambiental en cada una de las etapas de la actividad del sector.
Posteriormente fueron redactadas una serie de resoluciones sobre Protección Ambiental que siguieron a la S.E.E. 105/92, resolución ésta que regula la actividad de exploración y explotación de hidrocarburos, a las cuales la industria del sector aceptó por tratarse de normativas encuadradas en el concepto de desarrollo sustentable.
Algunos países elaboraron una muy estricta legislación sobre proteccón ambiental; muchas de sus pautas, sin embargo, tuvieron que ser sometidas a enmiendas dado lo difícil de su cumplimiento. Es necesario avanzar incorporando paulatinamente las experiencias de otros países, de una manera práctica, siguiendo una línea de equidad entre los requerimientos industriales y el medio natural del cual proteger.
1.2 PROPOSITO.
El propósito de esta Guía es identificar el impacto ambiental y su mitigación durante el diseño, construcción, operación y mantenimiento de conductos para gas e instalaciones complementarias.
El transporte de gas produce modificaciones en el medio natural, e incluso el social, recibiendo los efectos de la dinámica del medio. Por ello es necesario evaluar ajustadamente los impactos ambientales, así como los ocasionados por el desarrollo inducido, implementando las medidas y acciones que atenúen los efectos adversos derivados de las obras, en un marco de metodologías adecuadas y económicamente razonables.
Los problemas ambientales identificados y las pautas correspondientes son de naturaleza genérica, y no todas son enteramente aplicables a todas áreas geográficas ya que las condiciones climáticas pueden ser diferentes y la características geológicas también.
Este documento provee una serie de recomendaciones útiles y aplicables sobre cuidado ambiental en cada una de las etapas que definen el transporte de gas a través de conductos y sus instalaciones complementarias. No involucra prácticas recomendadas para cuidar el medio ambiente en la construcción, operación y mantenimiento de gasoductos costa afuera ni sus instalaciones de asistencia, las cuales deben cumplimentar la legislación nacional y provincial atinente.
Se ha puesto especial énfasis en el anteproyecto y en las prácticas de construcción dado que en este período los potenciales impactos al medio ambiente pueden ser identificados y evitados con mayor facilidad, implementando las medidas apropiadas para atenuar sus efectos.
Es indispensable que durante la supervisión de las obras y tareas que se realicen se apliquen los conceptos recomendados en cada caso.
El presente documento trata de abarcar los temas específicamente ambientales y complementando el Manual de Gestión Ambiental de Conductos para Hidrocarburos, sirve como una guía práctica para que los operadores de la industria del gas demuestren su compromiso en la materia, adoptando políticas y prácticas operacionales que reduzcan o eliminen la posibilidad de impactos ambientales indeseables. Se recuerda la obligatoriedad de cumplimiento de legislación nacional, provincial o municipal establecida en la Sección 4 de la N.A.G.-100.
2. Normas De Actuacion.
En general los conductos deben ser diseñados para ser compatibles con los diferentes tipos de características de terreno. Por ello se entiende:
distintos suelos;
cubierta vegetal (herbácea, arbustiva o arbórea);
topografía;
estratos rocosos (de mayor o menor tenacidad o dureza);
áreas salitrosas;
cursos de agua y su cuenca imbrífera;
y todo otro factor ambiental que se relacione con aquél, en especial la fauna de la zona afectada.
La planificación de la selección del trazado involucra todos estos factores naturales, que se deben compatibilizar con las técnicas constructivas para minimizar o evitar los impactos adversos al ambiente y asegurar así la integridad del conducto.
Las Normas de Actuación comprenden cinco grandes aspectos de un conducto:
. Anteproyecto.
. Proyecto Ejecutivo
. Construcción.
. Operación y mantenimiento.
. Abandono.
2.1 ESTUDIO AMBIENTAL PREVIO – ANTEPROYECTO.
Previo al comienzo de la construcción del conducto se recomienda el siguiente programa para incorporar conceptos de protección ambiental en concordancia con el diseño técnico de la obra:
Estudios preliminares.
Estudios detallados.
Evaluaciones de impacto ambiental.
Plan de contingencia.
Los estudios preliminares identifican alternativas de trazas vibles desde la perspectiva técnica y ambiental permitiendo analizar las ventajas y desventajas de cada traza. La meta es seleccionar un trayecto por donde la construcción del conducto sea técnica, económica y ambientalmente factible.
El resultado será un “ESTUDIO AMBIENTAL PREVIO“ a la construcción del conducto y sus instalaciones complementarias.
La presente Guía de prácticas Recomendadas para la Protección Ambiental durante la Construcción de Conductos para Gas y su Posterior Operación ordena y puntualiza los temas a ser incluidos en un ESTUDIO AMBIENTAL PREVIO (EAP) y su consecuente PLAN DE PROTECCION AMBIENTAL.
Es importante que durante esta fase, exista interacción entre el grupo ambiental y los responsables del diseño de ingeniería. También es indispensable que el grupo ambiental lleve a cabo un control de campo para los distintos temas a tratar, y no se valga sólo de la literatura o bibliografía consultada.
En un primer enfoque global del proyecto, los estudios preliminares proveerán información ambiental, que los responsables de la ingeniería deben analizar para incorporar si corresponde, y serán punto de partida de trabajos posteriores más detallados.
2.1.1 Estructura del Estudio Ambiental Previo.
Para las preparación de un EAP en la construcción de conductos e instalaciones complementarias, es necesario que se tengan en cuenta dos grupos de aspectos básicos: biofísicos y sociales; los cuales se analizan a continuación en sus diferentes componentes.
2.1.1.1. Geología.
El relevamiento de las condiciones geológicas de la traza del conducto es de fundamental importancia no sólo para cubrir los temas de cuidado ambiental, sino también para proveer al constructor de la obra los parámetros geotécnicos necesarios para programar con mejor eficiencia el cumplimientos de las tareas.
Para cumplir con este punto es recomendable conseguir, a escala adecuada al estudio, la mayor cantidad de material aerofotográfico que cubra el trazado preseleccionado, incluyendo imágenes satelitarias cuando las característica de la obra, las disponibilidades o la longitud del trazo lo justificare. Con este material, se prepararán fotogramas para estudios estereoscópicos de cada uno de los tramos del conducto proyectado. Estos fotogramas servirán, además, de base para otros temas inherentes. Una vez preparados los fotogramas y con el material bibliográfico disponible, el grupo ambientalista deberá cumplir con el control y relevamiento de campo.
Es conveniente que desde el inicio se trate de coordinar estas tareas con el relevamiento o mensura del trazado a cargo del grupo de agrimensores, para que una vez concluidas ambas tareas se discuta la mejor traza a seguir. Esto es importante ya que el grupo ambientalista estará, además, capacitado para un relevamiento geotécnico de la traza preliminar del conducto a construirse.
Es importante señalar el reconocimiento de áreas geológicamente inestables; de esta manera se anula el riesgo de daño a la tubería y por lo tanto al medio ambiente.
También debe señalarse áreas de afloramientos rocosos, y terreno con alto contenido de sales para poder confeccionar la programación de los sistemas de revertimiento y de protección catódica en estos tramos. Esto ayuda a desarrollar los programas de construcción, dado que en general los últimos son zonas fáciles de excavar, sin suelos a ser seleccionados, que por lo general provocan polución de partículas arcillosas y salinas, que pueden afectar a las personas involucradas en la construcción y hasta dañar el equipamiento en sus mecanismos. En estos casos se recomiendan -de ser factible- trabajar bajo una fina llovizna artificial mientras dure la construcción del tramo de zanja o pista.
2.1.1.2 Fisiografía
Deberá realizarse un análisis de las características fisiográficas de los tramos por donde se realizará la obra. De las observaciones de campo se individualizarán los lugares de mayor riesgo erosivos que puedan inducir las tareas especificas, indicando la mejor manera de reducir esta posibilidad.
El cruce de surcos erosivos, sean estos ríos, quebradas, cañadones con agua permanente o cursos efímeros, debe ser programado en base de las características fisiográficas de la cuenca imbríferas correspondiente. Se recomienda un análisis y evaluación de la superficie de la cuenca colectora del arroyo o surco para determinar la carga hídrica posible. Para ello se deberá recopilar datos logrados por los servicios de hidrología tanto nacionales como provinciales, pero sin descuidar el control “in-situ”.
Este aspecto del estudio de la forma y origen de los depósitos de superficie, se deberá realizar en el campo, usando los fotogramas y en forma conjunta con las observaciones de Geología y las consideraciones geotécnicas correspondiente, apoyando por cartas topográficas con curvas de nivel.
2.1.1.3 Suelos
La capa edáfica se genera a partir de varios factores, como las rocas preexistentes, su grado de alteración, las condiciones climáticas imperantes, la circulación de agua, su cubierta vegetal, y hasta de los animales de cría que lo enriquecen con sus excrementos, o lo degradan por sobre pastoreo.
Es importante la evaluación de los suelos a lo largo de la traza del conducto, con la ejecución de las correspondientes calicatas o toma de muestras que permitirán los respectivos análisis químicos y físicos: existen suelos ricos en materia orgánica de alto potencial agropecuario, suelos medianamente aptos, otros completamente degradados, y hasta pueden no existir.
El conocimiento de este importante recurso natural es un tema de permanente atención en la construcción de un conducto. La programación de la zanja y caminos de asistencia a las obras se deberán realizar teniendo en cuenta las características de los suelos.
Durante el zanjeo, es menester separar y amontonar a un costado la primera capa edáfica y en otro lugar, el subsuelo a extraer.
Una vez colocada la tubería debe restituirse la secuencia del material extraído; de esta forma, se reduce el impacto ambiental provocado. Esta práctica solo es valida en aquellos casos donde, en la profundidad del zanjeo, se reconocen dos o más estratos edáficos.
Cuando la taza se desarrolla en lugares donde el suelo está muy degradado se hace prácticamente imposible seleccionar una secuencia edáfica para el tapado de cañería; en estos casos se utilizará la realización de las obras para mejorar las condiciones superficiales preexistentes.
Para el caso en que el trayecto de la cañería se desarrolle pro terrenos que requieran un aporte externo de material apto para base de apoyo de la cañería (v.g. arcillas), la magnitud de retiro de ese material determinará la necesidad de contemplar el impacto ambiental que pueda provocarse en la zona de extracción.
2.1.1.4 Hidrología superficial
El conocimiento de los cuerpos de aguas superficiales es obviamente importante para el diseño y la construcción de conductos. El sistema de escurrimiento de aguas, sean éstas permanentes o transitorias, debe ser considerado en el anteproyecto de las obras, siendo conveniente no impedir el normal desplazamiento hídrico superficial ya que se alteraría el sistema de drenaje de no implementarse vías de escurrimientos adecuadas.
El análisis previo ayudará a definir la profundidad de la zanja para atravesar zonas de arroyo temporarios.
Para reducir las posibilidades de impacto ambiental es necesario proteger debidamente la cañería. Por ello es necesario conocer previamente la calidad del agua de escurrimiento superficial, que en general es de bajo tenor de sales disueltas, paro puede ocurrir en zonas desérticas en el escaso caudal que pueda llevar un arroyo sea el resultado de suma de sales lixiviadas aguas arriba. Por lo tanto, es conveniente determinar el tenor salino de estas aguas que seguramente provocarán problemas de corrosión en las cañerías que crucen subterráneamente a estos cursos.
2.1.1.5 Hidrología subterránea
El agua subterránea puede verse afectada por la construcción de la zanja en aquellos casos donde el nivel freático se encuentre muy cerca de la superficie del terreno. Es necesario identificar aquellos sectores de descarga en aguas subterráneas para permitir su normal escurrimiento. En zonas de mallines o cualesquiera área equivalente, se recomienda hacer zanjas transversales a la principal, rellenándolas con ripio hasta por debajo del nivel inferior de la cañería, para mantener así el escurrimiento del agua en su cauce subterráneo normal.
2.1.1.6 Vegetación
El trazado de conductos trae involucrada la posibilidad de alterar el sistema vegetal en todos sus niveles, sean éstos herbáceos, arbustivos o arbóreos. Es necesario tener en cuenta este importante aspecto para disminuir el impacto ambiental durante la construcción, muy particularmente si existen en la zona especies con riesgo de extinción. adoptando los determinado en general por la SEE 105/92, no se considera conveniente cortar árboles cuyo diámetro supere lo cincuenta centímetro, cualesquiera sea la especie de que se trate.
Se debe prever el uso de los ejemplares de menor diámetro que debieran ser talados, como elemento de protección a la erosión en los lugares de taludes empinado y reducir el factor erosivo hasta tanto vuelva a restituirse la vegetación natural en la zona de obras.
En lugares con predominancia herbácea, es recomendable la restitución de la carga vegetal produciendo un escarificado superficial tanto en la pista como en la zona de zanja para provocar el estrampamiento de semillas de especies vecinas arrastrada por el viento. La misma recomendación se da en zonas con predominancia arbustiva y arbórea.
En zona boscosa, una vez finalizada la obra específica queda un claro que denota un desequilibrio al sistema natural, además antiestético. Este impacto paisajistico, quedaría también disminuido toda vez que se promueva dentro de los posible y fuera de la distancia de seguridad, la restitución vegetal de la franja afectada para disminuir el impacto erosivo que no sólo afectaría al medio ambiente, sino a la tubería misma.
2.1.1.7. Fauna
2.1.1.7.1 Fauna terrestre y aérea
La construcción de conductos trae aparejada una sensible alteración de las condiciones normales de vida de la fauna silvestre y de cría. Es necesario determinar áreas críticas o hábitats de asentamiento frecuentes de especies grupales para programar mejor las obras a realizar en función de esta circunstancia: por ejemplo las construcciones, realizarlas y terminarlas en las épocas de ausencia de dichas especies.
El ruido provocado por el equipamiento pesado, el tránsito y sobre todo las voladuras de rocas, trae como consecuencia el alejamiento de las especies silvestres hacia zonas más protegidas y aisladas. Sin embargo existen lugares de preferencia por algunas especies de animales, que difícilmente los abandone o si lo hacen, corren riesgo de dispersarse y disminuir así su estructura de manada con posibilidades de reproducción, asimismo, existen época críticas (anidación, migración, cría, etcétera) que deben ser consideradas en la programación, evitando las voladuras durante esos períodos.
En los Estudios Ambientales Previos, es recomendable que se incluya este tema de la fauna silvestre para la evaluación del impacto ambiental, es necesaria una detallada descripción de las especies animales, en particular las protegidas por peligro de extinción, con una efectiva advertencia de la presencia de elementos faunísticos a los cuales proteger a lo largo de la traza del conducto.
2.1.1.7.2 Peces
El problema de no interferir los hábitats de peces en la construcción de conductos es notablemente inferior que respecto a otras obras civiles.
Si se trata de un río caudaloso, el conducto que lo cruce deberá en principio hacerlo mediante sistema aéreo aprovechando inclusive puentes ya construidos, siempre que se encuadren en los límites impuestos por la autoridad competente; sin embargo el sistema de perforación dirigida es el más inocuo sobre el medio natural en cruces de agua.
Si se trata de un río de régimen menor y existe la posibilidad de usar el valle para el trazado, siendo necesario cruzarlos repetidas veces, se disminuye el desequilibrio que pudiere producirse planificando de manera tal de disminuir los cruces al máximo.
Aguas abajo de los cruces, es conveniente provocar pequeños embalses escalonados con el mismo material del río y con topadoras, para concentrar allí la mayor cantidad de material fino que pueda enturbiar el agua con el paso continuado de camiones, equipamientos pesados o vehículo en general y tratar así de mantener limpias las aguas hasta el próximo cruce.
Es recomendable la confección de un listado previo de las especies ictícolas, especialmente las que estén en peligro de extinción y las raras, de modo de programar más prolija y específicamente para ellas las medidas a tomar; y para todas, a fin de determinar la conveniencia, en caso de existir arroyos tributarios, de canalizar su desembocaduras, para facilitar el escape de los peces desde el río hacia las zonas más alejadas remontando arroyos laterales.
2.1.1.8 Clima
Es de utilidad para el constructor de la obra conocer las condiciones climáticas a lo largo del conducto durante la construcción posteriormente durante la operación del mismo.
Para el ESTUDIO AMBIENTAL PREVIO, es necesaria la confección de mapas climáticos que se refieran a temperaturas máxima y mínimas, frecuencia de nevadas y heladas, heliofanía, frecuencia de tormentas, regímenes de vientos, coeficiente de evapotranspiración, precipitaciones pluviales, etcétera.
Esta información serviría además como orientación a las tareas de revegetación inducida que el operador pueda encarar en algunos sectores o tramos del conducto.
2.1.1.9 Agricultura
En caso de que la traza del conducto atraviese áreas en explotación agrícola-ganadera debe realizarse una revisión del tipo de uso asignado a la tierra y el podría tener y una estimación de la eventual depreciación económica por aislamientos de parcelas.
2.1.1.10 Bosques artificiales
Se seguirá el mismo criterio que en el punto anterior, identificando las especies de árboles plantados.
2.1.1.11 Recursos Mineros
En este título se incluyen áreas de extracción existente, y las canteras proyectadas incluyendo sus rutas o caminos de acceso.
2.1.1.12 Desarrollo
Considerar el desarrollo urbano a lo largo de traza del conducto, incluyendo el rural e industrial existente, proyectado y potencial.
2.1.1.13 Transporte
Identificar infraestructuras existentes y proyectadas como caminos, lías de ferrocarril, líneas de energía eléctrica, otros conductos, etcétera.
2.1.1.14 Recreación
Indicar parques, reservas naturales y lugares de recreación existentes y proyectados.
2.1.1.15 Sitios históricos y marcas geodésicas
Identificar la ubicación de sitios arqueológicos, históricos, y paleontológicos, denunciando a los museos de Ciencias Naturales u otra autoridad competente la existencia de fósiles, ídem al organismo que corresponda al detectar marcas geodésicas o geográficas, pilares de mareas, etcétera.
2.1.1.16 Legislación
Identificar leyes y políticas tanto nacionales como provinciales que puedan influir la selección del trazada.
2.1.1.17 Servidumbres
En la gestión respectiva se deberá describir las zonas afectadas, indicando las biosfera que las caracteriza.
2.1.2 Plan de Protección Ambiental
Del EAP a la construcción de conductos, surgirán una serie de análisis y evaluaciones sobre las características naturales de los terrenos y su medio, a lo largo de la traza elegida. Corresponde entonces preparar un plan para proteger el medio ambiente durante la etapa de construcción de la obra y posterior operación y mantenimiento, el PLAN DE PROTECCION AMBIENTAL (PPA).
Los responsables de las diversas tareas de construcción deben ser provistos de EAP y del PPA así surgido, de manera tal que estén notificados y tomen conciencia de los problemas y restricciones ambientales. Es altamente conveniente que esta toma de conciencia y las prácticas proteccionistas recomendadas sean conocidas por todos los niveles del personal que será afectado a la obra.
Es necesario que la compañía o consorcio responsable de la obra, disponga peronal especializado para la auditoría ambiental, durante la construcción del conducto y en forma más espaciada (monitoreo anual o bianual) en la etapa de operación y mantenimiento del mismo. De esta manera se minimizarán probables reclamos de superficiarios, aliviará impactos ambientales a largo plazo y garantizará la integridad del conducto.
2.1.2.1 Generalidades
El PPA involucra muchos aspectos que si bien no fueron detallados específicamente en el EAP, se deben insertar y considerar como parte de un conjunto de actuaciones y medidas a tomar para disminuir el impacto ambiental derivado de la obra.
En la determinación de las trazas, no puede obviarse, como parámetro importante a considerar, la mayor economía ambiental.
2.1.2.2 Permiso de paso
Es el primer punto a considerar en la construcción del conducto. El término Permiso o Derecho de Paso también se conoce como Pista o Franja de Servidumbre, simplemente Servidumbre o Picada; es la franja de superficie a ocupar durante la construcción del conducto. El ancho de la pista debe ser el menor posible, pero suficiente como para trabajar apropiadamente y con seguridad.
El permiso de paso deberá ser más amplio en los cruces (de agua, ferrocarril, caminos, con otras tuberías) ya que se necesita mayor profundidad de zanjeo y por lo tanto mayor espacio para el acopio del material extraído.
Las actividades relacionadas con la preparación de los permisos de paso incluyen planificación de accesos, despeje de vegetación, nivelación, áreas agrícolas, cruce de cursos de agua, voladuras, alambrados, etcétera. En lo posible debe ubicarse al lado de la otros conductores ya construidos.
Durante las entrevistas con los superficiarios, el operador debe establecer con ellos una clara relación con las propiedades individuales existentes, la legislación específica, presentarles el PPA propuesto para cada tramo de la obra y convenir un programa de tránsito temporal para transportar el equipo o ganado del superficiario por las pistas o accesos construidos o durante la construcción de la obra.
Los planes de acción sobre permisos de paso deben estar en concordancia con las peticiones rezonables por parte del superficiario. Sin embargo el desmalezado y remoción del suelo superficial, se recomienda que no se haga en pendientes fuertes o suelos sensibles a la erosión, con más de una semana de anticipación a la excavación de las zanjas.
Todo trabajo debe estar confinado al espacio dado y definido como pista de trabajo (ocasionando daños inevitables). Sin embargo existen circunstancias de excepción que obliguen trabajar fuera de este espacio; ello debe -en lo posible- ser planificado de antemano para disminuir la alteración del equilibrio ambiental (daños evitables).
2.1.2.3 Campamentos y obradores
Debe considerarse a los campamentos de obra, sean cuales fueren, dentro del PPA.
Como todo asentamiento humano -aunque sea transitorio- puede causar deforestación, compactación de suelos, contaminación de aguas subterráneas, alterar el aspecto paisajístico, modificar el hábitat natural de la fauna silvestre, alterar los sistemas naturales del drenaje, etcétera, lo que debe tratar de minimizarse.
En el PPA se deben tener en cuenta algunas medidas que reduzcan el impacto ambiental durante la construcción y mientras funcionen estas instalaciones. Algunas de ellas serán:
– La selección del lugar es conveniente que coincida con sitios sin arboledas.
– En caso de que ello no ocurra, tratar de talar la menor cantidad de árboles posible y siempre ateniéndose a lo indicado en 2.1.1.6 y2.1.2.4. En estos casos y mientras dure el campamento, es recomendable la instalación de pararrayos para evitar accidentes o incendios.
– Ubicar los campamentos fuera de áreas de hábitats frecuentes de animales silvestres.
– Los líquidos residuales deben ser tratados antes de darles un destino final, que aun así no debe ser un curso de agua.
– Alejarse a distancias razonables de cuerpos de agua dulce para la instalación de los campamentos.
– No remover la capa superficial del suelo. El enripiado de accesos y laterales es preferible hacerlo sobre el suelo y la carpeta herbácea; ello ayuda a la revegetación posterior una vez levantado el campamento.
– Excavar fosas de quemado para los desechos no tóxicos, cuidando de restablecer la secuencia edáfica natural en el relleno correspondiente.
Para las sustancias residuales consideradas tóxicas deberá preverse un destino final seguro.
– Las cámaras sépticas deberán construirse de tal forma que los líquidos residuales no contaminen el agua subterránea. Es conveniente el agregado de cloro a estas instalaciones mientras permanezca el campamento, teniendo cuidado con el manipuleo del cloro.
– Los depósitos de combustibles deben estar ubicados a no menos de 100 m del campamento, con perímetro alambrado. Cada uno de los tanques deberá contar con su recinto de protección. Retirar permanentemente los suelos afectados por derrame de aceites o lubricantes en general y quemarlos en condiciones seguras junto a otros residuos no tóxicos.
– El helipuerto debe ser elegido en un sitio claro, cercano al campamento. No es conveniente usar topadoras para su construcción. El enripiado debe hacerse sobre el suelo y la carpeta herbácea.
– El acopio de cañerías se efectuará en un sitio en el que deberán seguirse los mismos criterios que para el helipuerto.
– Una vez levantado el campamento, se deberá restaurar el sitio lo más aproximado posible al estado inicial, limpiando el lugar de todo residuo, tapando las zanjas de quemado y disposición de residuos no tóxicos, clorando las cámaras sépticas y tapándolas convenientemente, escarificando caminos, helipuertos y playas de acopio de tuberías para promover la revegetación natural.
2.1.2.4 Vegetación
La vegetación debe ser protegida, incluyendo árboles y arbustos, especialmente en áreas sensibles. Este concepto entiende zonas donde existan especies en vías de extinción, o áreas donde los estratos arbóreos son escasos y de difícil crecimiento, o zonas donde el peligro de incendios es mayor.
La madera comerciable, talada durante la construcción deberá ser cortada con un largo estándar y apilarse en lugares donde se facilite su acarreo, a menos que a otro tipo de acuerdo se llegue con el propietario de los campos.
En cruces de bosques de alto valor en madera comerciable pero de origen natural, se recomienda un ancho máximo de talado equivalente al menor ancho de derecho de paso posible, siempre respetando o evitando talar especies arbóreas autóctonas de 50 cm o más de diámetro en su tronco. Los despuntes deben ser triturados e incorporados al suelo a lo largo de los laterales de la pista de asistencia, para promover su revegetación futura.
2.1.2.5 Revegetación
Para reducir el efecto adverso ala revegetación natural después de la construcción de las zanjas, caminos de asistencia o la pista misma del conducto, se debe separar la capa superficial del suelo (selección de suelos) antes de iniciar la excavación de la zanja y depositarla a lo largo de un costado de la misma y no mezclarla con el resto del material excavado, que deberá ser ubicado en otro lugar próximo (ver consideraciones expuestas en 2.1.1.3.).
En zonas cordilleranas puede existir debajo del suelo, capas de cenizas colcánicas. La mezcla de suelo con este material no lo afecta, al contrario, lo enriquece. En las amplias mesetas patagónicas también es dable observar este fenómeno; sin embargo es importante no confundirlo con sulfatos pulverulentos de aspecto similar que no aportan nutrientes sino por el contrario degradan el suelo, y además son altamente corrosivos y dispersables (en cuanto a las precauciones a tomar por tal motivo durante la construcción, ver las recomendaciones dadas en 2.1.2.7.).
2.1.2.6 Nivelación
Es al práctica constructiva que tiende a facilitar los movimientos de equipos a lo largo del derecho de paso. Más específicamente, se trata de la construcción de la pista de trabajo desde donde se excavará la zanja que recibirá a las cañerías del conducto.
La construcción de la pista puede causar mayor perturbación en la superficie del suelo que cualesquiera otra actividad relacionada con la construcción.
También puede provocar cambios de los patrones del drenaje natural, alteración de la calidad de agua superficial por enturbamiento, desestabilización de laderas, inducir a la formación de cárcavas erosivas, alterar el paisaje, afectar la vida silvestre, etcétera.
Durante esta etapa de construcción se deben tener en cuenta una serie de medidas preventivas para reducir el impacto ambiental que deben ser incluidas en el PPA y que por otra parte pueden ser coincidentes con otras etapas de obra.
Muchas de las recomendaciones que se dan en esta etapa para cuidar el medio ambiente, sirven también para reducir accidentes y daños al personal involucrado en la obra.
Las práctica recomendadas durante la construcción de la pista de trabajo y su nivelación se dan a continuación:
– La capa superior de suelo removido debe amontonarse a un costado de la pista para, una vez concluidas las obras, reponerla en beneficio de la revegetación del estrato herbáceo.
– Es conveniente nivelar sólo donde se requiere una superficie adecuada para el equipo de construcción.
– El material removido por la nivelación no conviene depositarlo cercano a las vías de agua; puede variar el flujo de corriente y arrastrarlo aguas abajo.
– Evitar el bloqueo de canales con el material de nivelación y minimizar la perturbación de drenajes naturales.
– Para minimizar el efecto erosivo en áreas de fuertes pendientes, conviene acopias en ellas la vegetación que se hubiera tenido que cortar con motivo de la obra (troncos, raíces y ramas).
– En estas mismas áreas, es conveniente la construcción de pequeños canales en forma de esqueleto de pescado para dispersar el agua de lluvia y disminuir así su capacidad erosiva.
– El manipuleo de explosivos deberá estar bajo responsabilidad de personal idóneo de la materia; cumpliendo en todos los casos con la legislación respectiva vigente. Ver párrafo de 2.1.2.2.
– Reparar alambrados y tranqueras en caso de que hayan sido modificados.
– Se deben identificar los terrenos atravesados con mayor potencial corrosivo para reforzar el sistema de protección catódica.
2.1.2.7 Excavación
El PPA debe incluir medidas preventivas mitigantes o correctivas de protección ambiental, antes, durante y después de la construcción de las zanjas que alojarán a las tuberías del conducto.
El zanjeo generalmente se hace después de la nivelación y previo a la distribución (desfile) de la cañería en la pista. L a excavación se realiza con equipos especiales, como retroexcavadoras y excavadoras circulares, llamadas zanjadoras; en tramos rocosos se usan tapadores con escarificador para desgarrar el suelo, o, como último recurso, explosivos, antes de que operen las retroexcavadoras.
La profundidad de zanja varía de acuerdo a la clase de trazado, al tipo de suelo y a los obstáculos que deba sortear el trazado del conducto, ateniéndose a los valores que para los distintos casos fija la Norma N.A.G.-100, o mayores si reglamentaciones locales así lo exigieran.
Esta parte de la obra provoca alteraciones en el medio ambiente para lo cual es conveniente tener en cuenta las siguientes prácticas recomendadas que deben ser incluidas en el PPA.
– Selección del equipamiento a utilizar para el zanjeo.
– Disponer el suelo y el subsuelo de manera que no se mezclen, en aquellos casos donde se debe practicar selección edáfica durante la excavación.
– En cruces de caminos principales es recomendable no excavar zanjas por el peligro de asentamiento; en estos casos los cruces deberán ser por perforación (tunelera) debidamente construidos. Este procedimiento será de aplicación también para cruces de ferrocarril, de otras tuberías, de canales de irrigación, y en algunos casos de cruces de aguas.
– Es conveniente que en zonas arboladas los cruces de caminos no sean la continuación directa de la pista de asistencia, sino que conviene sortearlo provocando pequeños desvíos. Con ello se reduce el impacto paisajístico y la traza del conducto pasa inadvertida.
– En zonas donde el nivel freático se encuentre muy cerca de las superficie del terreno, es conveniente postergar la excavación de la zanja hasta el momento de tener lista la tubería, para prevenir las inundaciones de agua y lodo.
– En cruces de agua, es conveniente primero excavar la zanja en el lecho de los ríos a cruzar y luego hacerlo con las zonas laterales. Ello previene un drenaje innecesario del agua subterránea cercana al rió y también evita que el lodo y agua enturbiada llegue al curso de agua principal.
– En vastos sectores del país, sobre todo en zonas cordilleranas y la Patagonia, existen mantos de cenizas volcánicas muy cercanos a la superficie del terreno, cuya mezcla con el suelo puede ser beneficiosa para la vegetación. Pero es muy importante no confundirlas, por su aspecto similar, con sulfatos pulvurulentos, altamente corrosivos y dispersables; un caso similar ocurre cuando la excavación se realiza entre terrenos arcillosos secos no consolidados. Por ello se recomienda en estos casos, durante la construcción el uso de barbijos para el personal que está trabajando en estos sectores, así como excavar bajo fina llovizna artificial sobre todo si estos depósitos se encuentran al lado de caminos o rutas importantes o cercanos a zonas habitadas.
– Es conveniente evitar el drenaje de pantanos y ciénagas con la zanja. En áreas de mallines ver lo recomendado en 2.1.1.5.
– Es conveniente que el material extraído a colocar en un costado de la zanja, deje un espacio libre de materiales a lo largo, para evitar la posible caída de animales a la zanja.
– Debe interrumpirse el zanjeo en coincidencia con los claros que se produzcan en el desfile de caños a efectos de permitir el libre paso de animales y ganado hacia áreas de abrevadero y alimentación y de equipos rurales. Para la ubicación de estos pasajes se consultará a los propietarios de los campos. Al final se completa la zanja y se colocan las cañerías.
– Es conveniente no continuar con las obras en caso de hallazgos arqueológicos, históricos o paleontológicos, no previstos, hasta tanto se replanifique el trazado del conducto en los sectores más comprometidos, debiendo dar participación a la autoridad competente (ver 2.1.1.15).
2.1.2.8 Explosivos
Durante la construcción de conductos a veces es necesario usar explosivos para voladuras de rocas a lo largo de la traza. Este método puede impactar al medio ambiente y por lo tanto es un tema a considerar en el PPA.
– Buscar alternativas de trazado para evitar el uso de explosivos o reducirlo al mínimo posible.
– Es conveniente una correcta evaluación de los lugares donde se deba usar explosivo cuando métodos alternativos no son posibles. Ello debe surgir en una primera aproximación del EAP a la construcción.
– Previo a la realización de voladuras, deberá presentarse por escrito el procedimiento, que indique características de los explosivos, traslados, almacenamiento y empleo.
El uso de explosivos debe ser controlado por personal idóneo en la materia para minimizar los efectos negativos que pudiesen causar en pozos de agua cercanos a la obra o picadas, otras construcciones, inmuebles rurales cercanos, suelos, ganado y fauna en general, cumpliendo en todos los casos con la legislación vigente. El lugar o lugares para la Santabárbara deberán ser elegidos y montados con seguridad máxima.
– Durante el barrenado evitar que el polvillo de rocas trituradas se disperse más de lo necesario, obligando siempre al personal afectado a estas tareas a usar máscaras protectoras.
– Asegurarse que todas las cargas fueron detonadas.
– Antes de disponer el uso de explosivos en un determinado lugar, es conveniente evaluar previamente la estabilidad de los taludes naturales o pendientes. Según ellos se usará la carga más adecuada para cada caso y la metodología más apropiada.
– Si en cursos de agua se requieren explosivos, es conveniente usar deflectores de detonación y cargas adecuadas para evitar la mortandad de peces.
– comunicar a las autoridades competentes con jurisdicción en la zona, los focos de explosión y el plan de voladuras, obteniendo el permiso correspondiente.
– Antes de efectuar las voladuras, se debe poner en aviso a los pobladores adyacente a la zona. La zona a dinamitar se delimitará con banderas coloradas.
2.1.2.9 Cruce de cursos de agua
Es uno de los temas a tener en cuenta durante la construcción de conductos y deberá ser incluido en el PPA. Del EAP se tiene un relevamiento muy ajustado de los cursos de agua a ser sorteados por la obra.
Los cursos de agua pueden ser permanentes o efímeros. Dentro de los primeros, los grandes ríos presentan las mayores dificultades tanto técnicas como ambientales; los cursos permanentes de menor volumen hídrico no involucran mayores problemas técnicos siempre que se estudie y analice el factor de riesgo derivado de avenidas de agua excesivas o aludes de lodo y piedras.
Este factor de riesgo está en función de las características geológicas de la cuenca imbrífera del arroyo- sea éste permanente o efímero-, las variaciones de precipitación por tormentas severas, el tipo de suelo o sedimentos que podría acarrear, las pendientes topográficas del curso y el diseño de la red de avenamiento, como así también el riesgo de deslizamiento por falta de cubierta vegetal de las rocas aflorantes.
Las picadas sísmicas existen en zonas inestables y de fuertes pendientes pueden provocar líneas directrices por donde se encauzan agua y lodo en forma violenta debido a lo rectilíneo de su traza. De allí que una evaluación de las condiciones de las picadas sísmicas, es conveniente incluirlas en el PPA.
Para los cruces de ríos de gran escurrimiento hídrico, el PPA debe contemplar procedimientos de mitigación para preservar los hábitats de vida acuática, minimizar el enturbiamiento de las aguas provocado por la construcción de la obra, mantener el flujo de agua ininterrumpido, evitar conflictos por el uso de agua, inclusive preservar el aspecto paisajístico en las áreas de cruce.
Los procedimientos más comunes en cruces de cuerpos de agua se denominan “húmedos” dado que la excavación de la zanja, instalación de la tubería y posterior relleno, se llevan a cabo dentro del sistema provocando desvíos del escurrimiento hídrico para poder trabajar y una vez finalizada la obra, la tubería queda por debajo del fondo del cuerpo de agua.
en menor medida se utiliza la construcción de túneles por debajo del lecho del cuerpo de agua para el tendido del conducto (perforación dirigida). A este procedimientos lo denomina “seco” y es el apropiado para minimizar el impacto ambiental.
De las recomendaciones más comunes que se dan durante el cruce de un cuerpo de agua, merecen citarse los siguientes:
– Limitar los trabajos a la zona del derecho de paso.
– mantener los márgenes del curso de agua con la mayor densidad de vegetación posible.
– Minimizar la perturbación de pendientes y líneas costeras.
– Tener los equipos y materiales necesarios para la instalación de la tubería en el lugar de instalación y ya armados antes del zanjeo.
– Reducir el tiempo de construcción a lo mínimo posible.
– Evitar trabajar en épocas de lluvia.
– Evitar construir la zanja en dirección opuesta a la de escurrimiento hídrico.
– Permitir el paso de peces durante la época de desove.
– Disminuir el enturbiamiento de las aguas.
– Revestir las cañerías del cruce con hormigón armado.
– Enterrado adecuado de la cañería.
– Las plantas acuáticas cortadas durante la construcción deben depositarse en tierra para evitar problemas aguas abajo.
– El uso de gravas y gravillas debe restringirse a la zanja en el lecho del río y no antes para evitar el drenaje de agua desde las márgenes.
– No deben usarse explosivos durante la migración de peces en épocas de desove.
– Mantener un flujo adecuado y constante del volumen hídrico aguas abajo.
– Evitar un excesivo tránsito de vehículos por el lecho de los ríos donde se construye un cruce de agua.
– Alejar el almacenamiento de combustibles a distancia convenientes para evitar la contaminación a los cursos de agua donde se trabaja.
– Se confeccionarán planos en planta, corte transversal y longitudinal del cruce, incorporando un sistema que permita controlar anualmente las variaciones que pudiesen ocurrir.
2.1.2.10 Manipuleo e instalación de tuberías.
Involucra una serie de maniobras que incluye transporte desde el obrador donde se hallan depositados, desfile a lo largo de la pista, curvado, recubrimiento con hormigón armado para algunos casos especiales, soldaduras y bajado a la zanja. Hasta tiempos recientes los revestimientos aislantes se hacían en línea; sin embargo es mas practico llevar la tubería a la obra ya revestida, realizando luego sólo el de las zonas de soldadura (parches).
El tendido de tuberías puede alterar momentáneamente el equilibrio natural, sobre todo si estas se ubican a lo largo de la zanja por un tiempo relativamente largo, impidiendo el normal paso de la fauna silvestre o de cría hacia sus abrevaderos y zonas de alimentación.
Si bien el manipuleo de tuberías provoca un impacto ambiental menor comparativamente con otras obras, es conveniente de todos modos incluir en el PPA algunas recomendaciones para minimizarlo:
– No es conveniente ubicar por largos trechos la tubería al costado de la zanja. Es recomendable dejar espacios libres para el tránsito vehicular, del ganado y eventualmente de la fauna silvestre a lo largo del tramo en construcción.
– No es conveniente ubicar por largos trechos la tubería al costado de la zanja. Es recomendable dejar espacios libres para el transito vehicular, del ganado y eventualmente de la fauna silvestre a lo largo del tramo en construcción.
– En áreas sensibles a la erosión es recomendable priorizar el doblado de las tuberías- dentro de los limites permisibles- a provocar remoción de materiales por nivelación.
– Bajar la cañería a la zanja tan pronto como sea posible, y tapar.
– Salvo en zonas particulares será aconsejable que la permanencia de zanjas abiertas no se extienda más de veinte (20) días. En consecuencia el trabajo de apertura de zanjas no se distanciará del tapado final más que veinte (20) veces el promedio diario de instalación de cañería.
– Dar una disposición final apropiada a los deshechos de soldadura. No deberán dejarse en la zanja o esparcidos por el suelo.
– En zonas boscosas es conveniente extremar precauciones contra incendios sobre todo en días de fuerte viento, durante las tareas de soldadura.
– Es conveniente que el revestimiento anticorrosivo de cañerías se haga en obrador. Ello reduce tiempo de operaciones sobre la pista y evita la mayor compactación del suelo por el uso de equipos específicos.
– Como soporte de la tubería, en la base de la zanja es necesario usar material arcilloso o areno-limoso extraído de lugares previamente identificados.
– En los cruces de agua o arroyos de alto poder erosivo, es conveniente revestir la tubería con hormigón armado o superponer muertos de hormigón u otro tipo de anclaje para el tramo considerado peligroso antes de ser bajada a la zanja.
2.1.2.11 Tapado de cañerías
Una buena ejecución del relleno de la zanja y zonas adyacentes, dará mayor garantía para reducir los efectos erosivos que a lo largo del tiempo puedan ocurrir poniendo en peligro la integridad de las tuberías. El suelo natural extraído es de primordial importancia en el relleno de la zanja ya que el retornarlo a su posición original contribuye sensiblemente a lograr una rápida revegetación natural y con ello se disminuye el riesgo erosivo que a la larga puede afectar a la tubería.
Se debe recordar que parte del volumen del material extraído de la zanja será reemplazado por el volumen de la cañería; queda por lo tanto un promedio del 15% del material extraído como sobrante, cuyo destino deberá ser motivo de una adecuada programación.
Consecuentemente es importante incluir en el PPA para esta etapa, una serie de recomendaciones tendientes a lograr una mayor protección futura de la tubería y al mismo tiempo conseguir un terminado de obra compatible con el aspecto estético y paisajístico a lo largo de la traza:
– Rellenar la zanja con subsuelo extraído antes de cubrir con las capas originales siguientes.
– En esta operación, no mezclar ambas selecciones y respetar el orden original; no usar el suelo seleccionado como apoyo de la tubería en la zanja ni tampoco como material de relleno inmediato al apoyo.
– No arrojar en la zanja materiales de desecho de obra.
– Compactar el relleno del subsuelo.
– Mezclar el despunte derivado de la tala de árboles y vegetación con el suelo, o derivarlos a las cunetas de la pista de asistencia, o colocarlos sobre la parte inicial del relleno de zanja para disminuir la erosión después del relleno.
– No incorporar el relleno de la zanja, bloques de roca extraídas.
– Coronar con suelo la zanja en forma suficiente para compensar el asentamiento; de esta manera se evita el drenaje a lo largo de la zanja en caso de hundimiento.
– Instalar subdrenajes paralelos al relleno de la zanja para evitar una línea preferencial de erosión coincidente con la zanja.
– Restaurar todos los drenajes de cursos de agua a su ubicación primitiva, o lo más cercano posible, para mantener la estabilidad de las pendientes. Para ello utilizar el sobrante del subsuelo extraído durante el zanjeo.
– En lo posible sacrificar el relleno y áreas circundantes a la zanja, para promover la vegetación natural.
2.1.2.12 Limpieza de la cañería y pruebas
Para esta parte de la obra se dará cumplimiento a lo establecido por la Norma GE-N-124 “Procedimiento general para pruebas de resistencia y hermeticidad de gasoductos”.
Antes de iniciar la operación del conducto para gas, se debe tener la certeza de que la tubería se encuentra en perfectas condiciones de habilitación. Para ello se realizan una serie de operaciones que incluyen limpieza interna, presurización, barrido final, etcétera, usando para ello agua, metano, aire, gases inertes, etcétera.
A pesar de que esta parte de la obra puede no presentar “a priori” alto riesgo de impacto ambiental, es conveniente tener en cuenta algunas precauciones para que ello no ocurra e incluirlas en el PPA:
– El operador deberá asegurarse que durante la prueba se hayan adoptado todas las precauciones razonables para proteger al personal a su cargo y al público.
– Para la prueba hidráulica a la que se somete la cañería, debe considerarse la calidad del agua que se va a utilizar. Deberá establecerse qué fuentes se hallan disponibles a lo largo del recorrido y resolver cuál es la más adecuada según su ubicación, calidad, facilidad de acceso y cantidad disponible.
– La prueba con aire sería la más adecuada desde el punto de vista ambiental; sin embargo, a veces esto no es conveniente por el incremento de riesgos.
– Más allá de la autorización del organismo pertinente no es aconsejable tomar más del 10% del agua disponible de un río o laguna para las pruebas hidráulicas.
– Concluida la prueba hidráulica se vaciará la cañería transvasando al tramo siguiente si lo hubiera y si no, desagotar las tuberías guiando las aguas de forma tal que evite perjuicios a sembrados u obras que pueda encontrar a su paso y erosión. Para ello es conveniente evitar áreas de fuerte pendiente en el punto de desagote.
– En caso de usar agua dulce, es aconsejable que su disposición final al término de las pruebas hidráulicas, sea el regado de la pista (si las características de la obra no dificultan esta recomendación).
– Evitar el desagote de las pruebas hidráulicas en cuerpos de agua.
– En caso de usar metanol para el secado de la tubería, debe ser rescatado en su totalidad por tratarse de una sustancia tóxica.
2.1.2.13 Limpieza y restauración
En el PPA es conveniente tener en cuenta varias prácticas recomendadas para este tramo final de obra:
– Comenzar las tareas de limpieza inmediatamente después del relleno de zanja.
– Además del retiro de residuos, es conveniente iniciar las tareas que promuevan la revegetación natural.
– Restaurar pendientes o taludes naturales.
– Restaurar drenajes naturales.
– Los despuntes derivados del talado de árboles conviene colocarlos en zonas de mayor pendiente y aplastarlos; ello disminuirá el poder erosivo del agua pluvial hasta tanto se inicie la revegetación natural.
– Recolectar todo desecho de combustibles, grasas, aceite en general, herbicidas, etcétera y darle un destino final seguro.
– Restaurar alambrados, tranqueras, guardaganados, caminos laterales, salidas, acequias, cercos o cualquier otra obra menor de carácter agropecuario.
– Talar y desechar árboles dañados incorporando los despuntes sobre la pista y zanja rellenada en zonas de fuerte pendiente.
– En estos sectores, instalar bermas para desvío del escurrimiento hídrico del agua pluvial.
– Inducir la revegetación natural en estas bermas.
– Es conveniente crear micrositios de revegetación principalmente en zonas de pendientes.
– Reponer el suelo a lo largo de la obra donde haya sido removido, de modo que previsto el asentamiento del terreno y una vez finalizada la obra, no queden alteraciones del nivel del suelo.
– La pista debe quedar despejada de obstáculos para futuro mantenimiento a la cañería. Ello significa que quede libre de rocas, troncos, zanjas transversales, etcétera; es importante inducir la revegetación sobre la pista.
– Cualquier camino o senda no requeridos después de la obra, debe cerrarse y dejar el sitio en condiciones lo más aproximado a las originales, salvo que el propietario o los propietarios lo requiriesen para su uso. En estos casos todas las responsabilidades sobre protección del medio ambiente en la jurisdicción de dichos caminos le competen a los nuevos responsables.
– Si en cruces de vías de agua hubiera que construir embalses por razones de obra (técnicas o ambientales), deberán ser removidos al finalizar su cometido.
– Es conveniente promover el crecimiento de gramínias de tipo halófito de raíces entretejidas.
– Plantar arbustos en la intersección de caminos para reducir el impacto paisajístico.
– Forestar lo más estéticamente posible en las áreas destinadas a plantas compresoras, base de operación, e instalaciones similares tomando en cuenta los requerimientos de seguridad correspondientes.
– Impedir el tránsito por la pista, salvo para casos excepcionales.
– Señalizar debidamente el recorrido del conducto y en particular los cruces de rutas, ferrocarril, cursos de agua, otras instalaciones y áreas de venteo.
– Alambrar las áreas donde se construyan instalaciones complementarias.
– Colocar mojones kilométricos a lo largo del trazado.
2.1.3 Control mediante Auditorías Ambientales
En el desarrollo de esta Guía de Prácticas Recomendadas para la Protección Ambiental Durante la Construcción de Conductos para Gas y su Posterior Operación, se establecen dos objetivos: el ESTUDIO AMBIENTAL PREVIO y el PLAN DE PROTECCION AMBIENTAL.
El primero resulta de una evaluación de las condiciones naturales establecidas antes de la construcción de la obra, mientras que el segundo se obtiene a partir de las observaciones surgidas de este estudio, que a título de recomendaciones, da las orientaciones a seguir para disminuir el impacto ambiental durante la construcción de la obra y el uso posterior.
Sin embargo, logrados los dos objetivos, no tendrían validez si no se introduce el concepto de Auditoría Ambiental durante la construcción del conducto. Se debe controlar todo lo indicado en el EAP y en el PPA mediante esta AUDITORIA AMBIENTAL, que deberá ser llevada a cabo por quienes designen los operadores o responsables de la obra, paso a paso y durante todo el tiempo que dure la construcción del conducto.
El grupo de auditores ambientales deberá trabajar y colaborar estrechamente con los responsables técnicos de la obra, debiendo permanecer la mayor cantidad de tiempo posible en el mismo escenario de la construcción, controlando todo lo indicado en el PLAN DE PROTECCION AMBIENTAL.
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